Para Matilde

Entristece comenzar el año sintiendo el dolor y la dureza de la crueldad humana. Esa profunda angustia que nos hiere en lo más hondo, causada por la violencia del tipo que sea: familiar, de género, contra mayores, entre jóvenes, me dan igual las etiquetas.

Hoy, sin embargo, quiero dedicar esta entrada en mi blog a todas las víctimas de violencia y muy especialmente a una mujer ripense, a Matilde. Porque detrás de toda estadística hay personas y Mati era una de ellas. Una mujer española, de 40 años, profesora de química, que fue apuñalada la primera madrugada del año, por su supuesta pareja. Imaginen la escena: horror, indefensión, arma blanca, sufrimiento y al final: la muerte.

Por razones que no vienen al caso, tengo la suerte de tener magníficos amigos en Rivas y de pertenecer a una asociación cultural del municipio. Tengo, por tanto cercanía al caso, si bien no la conocía personalmente, me consta el dolor de las otras víctimas, sus padres y sus familiares. Me consuela el apoyo sincero que han recibido tanto de su Ayuntamiento como de su parroquia Santa Mónica, son personas muy queridas, pero hay dolores que por su profundidad y desgarro nunca se superan y uno tiene que vivir con ellos el resto de su vida. La muerte de una hija de esta manera no la puedo ni describir con palabras.

No hace mucho escribía en este mismo blog con motivo de la celebración del “Día contra la Violencia hacia las Mujeres”, hoy me siento desbordada. Sin duda las celebraciones valen: sensibilizan, rechazan y denuncian, son indispensables pero no suficientes. Es necesario un riguroso análisis del tema, de las causas que lo provocan, de las políticas activas que existen en nuestro País, a partir de ahí, seguir trabajando.

La implicación de los gobiernos locales, por su cercanía a la persona, al ciudadano es, a mi juicio, imprescindible. Los propios ciudadanos deben colaborar para conseguir objetivos eficaces. En pocas palabras, todos los niveles de la administración, desde los distintos sectores implicados, más la sociedad en general, deben unirse para alcanzar la meta común: conseguir la erradicación de la violencia contra la mujer. No es fácil, lo sé.

Estamos esperanzados con el futuro Pacto de Estado, esperamos que llegue muy pronto. Mientras tanto, mi condena más honda a este cruel asesinato y todo mi apoyo y cariño para la familia de Matilde. En ella personifico a tantas y tantas mujeres que han perdido la vida de la misma manera.