El papel de los medios de comunicación en las democracias

Por Luis Lorente

Decía Napoleón Bonaparte que “igual que el cañón mató al feudalismo, la tinta matará a la sociedad moderna”. Desde luego, Napoleón Bonaparte no se equivocaba en la influencia que tienen los medios de comunicación en la política, “el cuarto poder” como lo definió Edmund Burke. Desde luego es importante señalar los sistemas de comunicación social existentes en las democracias para transmitir mensajes destinados a un público amplio por parte de agentes públicos o privados. En los regímenes democráticos se parte del principio de libertad de expresión, si bien es cierto que podemos identificar dentro del constitucionalismo sus tradiciones o visiones a la hora de poner en práctica este principio:

1. La concepción norteamericana o liberal: en la que la libertad de expresión es la libertad frente al Estado, que debe de salvaguardar ese derecho sin intervenir y por lo tanto la propiedad o el control de los medios de comunicación de masas está en manos privadas.

2. La concepción europea o institucional, en la que el estado no solo debe salvaguardar el derecho a la libertad de expresión si no fomentarlo, porque es un pilar de la democracia y forma opinión. Por lo tanto, aceptando la existencia de medios de comunicación privados se ha fomentado la creación de medios públicos, regulados por legislaciones que aseguren dos criterios: calidad informativa e independencia de actuación.

Esto genera un debate. Por un lado, una parte de la doctrina considera que lo que garantiza la democracia es la pluralidad de medios privados, no la existencia de medios públicos. Y por otro lado, otro sector opina que la forma de romper la relación entre los poderes políticos y económicos con los medios de comunicación es el control social de los medios por sus audiencias, para conseguir la democratización de los sistemas comunicacionales.

Siguiendo el modelo de las tradiciones a la hora de exponer los modelos de libertad de expresión podemos encontrar una serie de críticas:

Por un lado las críticas hacia los medios públicos: se les critica su cercanía con el gobierno de turno. Si bien es cierto que suelen contar con consejos de administración, sus actuaciones en España siempre han sido tildadas de progubernamentales, en algunos casos con sentencias judiciales condenatorias por manipulación informativa.

Por otro lado las críticas hacia los medios privados: la crítica fundamental es que no reflejan la pluralidad política de la sociedad, siendo la mayoría de medios de unas determinadas tendencias políticas. Además la intervención de los poderes públicos a la hora de conceder determinadas licencias agrava esta tendencia. Además en España se critica que en los últimos años se ha promocionado la existencia de un duopolio en torno a dos grandes grupos comunicacionales siendo muy difícil para el resto poderse financiar.

Me gustaría acabar el artículo con unas preguntas para el lector: ¿deben existir medios de comunicación públicos?, ¿qué garantiza la democracia, la pluralidad de medios privados o medios públicos como la británica BBC, símbolo y modelo de TV Pública?