Alimentación

Claves para una buena lactancia materna

Cirugía del frenillo lingual en bebés
Cirugía del frenillo lingual en bebéslarazonLa Razón

La lactancia materna es un proceso determinante en los primeros meses de vida del ser humano, sus beneficios tanto para el bebé como para la madre están más que avalados por la evidencia científica, pero su inicio sigue generando muchas dudas entre las mamás, sobre todo cuando son primerizas. De hecho, aunque hasta el 80 por ciento de las embarazadas tienen claro que quieren dar el pecho a sus hijas solo un 65 por ciento lo terminan haciendo. La principal causa de esta diferencia entre el querer y el poder es, según el jefe del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Quirónsalud Málaga, el Dr. Manuel Baca, es “la falta de apoyo e información en los primeros momentos tras el parto”. Esos primeros días son claves pero al mismo tiempo son los más difíciles, dado que madre e hijo están aún conociéndose y además la primera leche, el calostro, aparece en pequeñas cantidades. No obstante, avisa este experto, “aun siendo poca cantidad, sólo unas gotas, son muy valiosas y no debe desaprovecharse”.

“La extracción se debe iniciar tan pronto como sea posible, dentro de las primeras seis horas postparto. Cuanto antes se inicie la succión o la estimulación del pecho, más fácil le será producir leche para su hijo. Puede usar el sacaleches de la planta de maternidad mientras esté ingresada, de la unidad de neonatología o el suyo propio”, explica el doctor Manuel Baca.

Asimismo, añade la doctora Adelaida Sánchez, responsable del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Quirónsalud Marbella, la constancia es muy importante y las extracciones se deben hacer entre seis o ocho veces al día, aproximadamente cada dos o tres horas.

”El vaciado frecuente del pecho es el mejor estímulo para mantener y aumentar la producción. Del mismo modo, el contacto y la puesta al pecho del bebé favorecen la lactancia. Recomendamos extraer la leche hasta que se vacíe el pecho, hasta que solo salgan gotitas, el procedimiento completo debe durar entre 20 y 30 minutos”, aconseja.

¿Cómo almacenar la leche materna?

Si la extracción se realiza en el hospital, se identificará con el nombre del bebé, fecha y hora de la extracción y se entregará o dejará en el lactario del servicio. “Si la leche se extrae en el domicilio, el recipiente se identificará de la misma forma y se guardará de inmediato en el frigorífico a temperatura entre 0° y 4°C. Esta leche refrigerada debe administrarse antes de 24 horas y, si no es posible, debe congelarse lo antes posible”, detallan ambos especialistas

Asimismo, para descongelar y calentar la leche es importante seguir una serie de pautas para evitar su deterioro. Lo más práctico es sacar la leche del congelador la noche anterior y dejarla en el frigorífico. Y si hay que descongelarla inmediatamente, se coloca el recipiente cerrado bajo un grifo de agua caliente hasta que la leche esté a temperatura ambiente.

Otra opción es poner el recipiente dentro de otro con agua que no esté demasiado caliente. Una vez descongelada se puede calentar al “baño María”, retirando siempre el recipiente de la fuente de calor. “Y no hervirla ni utilizar el microondas para descongelarla para evitar que se pierdan ciertas propiedades”, apunta la Dra. Sánchez, que recuerda que una vez descongelada debe consumirse en las 24 horas siguientes y, si sobra en el biberón, mejor desecharla.

El cuidado del pecho es importante para evitar daños, consiguiendo que la lactancia sea un proceso satisfactorio en lugar de incómodo o doloroso. Para ello, se recomienda tomar una ducha diaria con jabón neutro y realizar un masaje circular e incluyendo calor antes de la extracción. Al finalizar la extracción, aplicar unas gotas de la propia leche en el pezón, siempre que no haya sospecha de infección o grietas.

“En el proceso es también imprescindible la higiene de manos, tanto antes y después de la lactancia como antes y después de tocar al bebé”, defiende el Dr. Baca, que anima a todas las madres a intentar dar el pecho a sus hijos para darles una alimentación “única y específica” en sus primeros meses de vida.