Familia

Coaching para mejorar tu relación de pareja

Coaching para mejorar tu relación de pareja
Coaching para mejorar tu relación de parejalarazon

Cada día más personas se divorcian en el mundo entero. Parece que las relaciones de pareja son cada vez más cortas, más inestables y esto nos genera numerosos problemas a nivel emocional.

¿Cuánto dura el amor? En las redes sociales nos topamos con imágenes irónicas y frases llamativas que nos quieren hacer creer que el amor eterno dura tan sólo unos meses. En realidad nadie se pone de acuerdo, porque se trata de algo muy personal, algo que no se puede extrapolar a cualquier pareja, ya que cada pareja es un mundo y pasamos por varias etapas en una misma relación.

El otro día, en una fiesta de cumpleaños, al despedirnos de los invitados, una conversación muy breve se quedó grabada en mi mente. Hace mucho tiempo que no oía a nadie hablar de una manera tan positiva, tan sincera y tan valiente sobre las relaciones: tener una buena pareja, una relación sana, llena de comprensión, respeto, amor y proyecto común es lo más maravilloso que existe, porque cuando estás bien en pareja, estás en paz contigo mismo y tienes la parte más importante de tu vida cubierta.

Aunque soy coach personal, llevo tanto tiempo viendo cómo el mundo de las parejas no hace más que traer problemas, dolor y decepciones, a pesar de que la mayoría de las personas aspiramos a tener amor en nuestra vida, que a veces me siento incómoda hablando de este tema. Las nuevas corrientes filosóficas y espirituales nos hablan de lo poco importante que es tener o no tener pareja en tu vida. Al fin y al cabo, la única relación de amor que debe haber en tu vida es contigo mismo.

Y sin embargo, será por cuestiones biológicas o sociales, la mayoría de personas aspiramos a tener una buena relación de pareja. Prácticamente todos buscamos de alguna manera a esa persona con la que compartir nuestros días, nuestras noches, ese alguien especial en quien confiar, con quien crecer juntos, pasar ratos agradables, soñar o formar una familia.

Por eso, tanto si tienes pareja como si la estás buscando, tanto si te va estupendamente como si estás pasando por un momento difícil, quiero compartir contigo las 7 claves de parejas que funcionan según el coaching estratégico.

Si quieres saber más sobre el coaching estratégico, te sugiero suscribirte a mi blog personal donde comparto vídeos y artículos sobre esta poderosa metodología de coaching que funciona también con parejas y ayuda a que tu relación se vea más fortalecida, que haya más comprensión, amor y pasión.

7 hábitos saludables de una pareja

Una relación de pareja sana que funciona tiene hábitos saludables. Te comparto a continuación los 7 hábitos o claves principales y te invito a que observes cuál de estos hábitos está presente en tu relación y cuáles deberías potenciar.

1) Compromiso y comprensión. Se trata de un compromiso interno, desde el corazón. Si no hay compromiso en una pareja, ésta a la larga no funciona. El compromiso quiere decir que aunque estemos atravesando un momento difícil, voy a seguir dándolo todo por sacar adelante la relación.

Por desgracia, en muchas parejas inmaduras sucede que a la primera dificultad, la pareja se rompe por una parte o ambas. Es necesario que cada miembro de la pareja sienta que él es una de las partes más importantes de la vida del otro. Si uno de los dos percibe que hay otras cosas mucho más importantes que la relación, sea trabajo, dinero o amistades, es difícil mantener ese compromiso y la relación podría peligrar.

2) Cubrir las necesidades principales de tu pareja. Aquí hablamos de conocer, respetar y cubrir las necesidades del otro: sé lo que le hace feliz, sé lo que necesita y antes que pedirle al otro que cubra mis necesidades, cubro yo las suyas. Es decir: dar sin pedir nada a cambio. La forma más inteligente de sentir amor es dando amor, puesto que está en tu control el hecho de darlo, mientras que recibir no está en tus manos.

Sé que no es fácil, porque estamos acostumbrados a dar si vemos la recompensa, pero si estamos pasando por un momento difícil en nuestra relación, dar sin esperar nada a cambio puede ser el primer paso. Obviamente no se trata de dar indefinidamente y seguir así, si el otro no cambia nunca. Pero empezar a dar esos primeros pasos nosotros puede ser clave para mejorar nuestra relación, siempre y cuando haya compromiso por parte de ambos.

3) Confianza y respeto. Para mí siempre han sido 2 claves esenciales de una relación de pareja. Si existe la confianza una pareja no puede funcionar. ¿Cómo generar esa confianza? El compromiso vuelve a ser la calve. Si los dos están comprometidos a dar lo mejor de sí mismos y luchar por la relación, surge la confianza. El saber que el otro está ahí para ti.

En cuanto al respeto, por desgracia, muchos provenimos de ambientes tóxicos, en los que crecimos con padres que no se respetaban, donde reinaba la agresividad o violencia verbal. Por ello es tan importante reeducarnos a nosotros mismos en primer lugar. Debemos apreder a tratar al otro como nos hubiera gustado que nos tratasen a nosotros: con respeto y dignidad.

Para conseguir confianza y respeto, también es necesario aceptar al otro como es, sin tratar de cambiarlo, siempre y cuando su personalidad y valores estén alineados con los nuestros, como veremos en las claves siguientes.

Y sobre todo: aprender a perdonar es fundamental en este sentido. Obviamente tener conflictos o discusiones puntuales en una relación es algo habitual, ya que compartimos muchísimo tiempo juntos. Si guardamos rencor, no nos comunicamos y culpamos al otro constantemente, se pierde la confianza y el respeto.

4) Presencia y juego. ¿Cómo recuperar la pasión que desaparece tras los primeros meses de la relación? La respuesta es practicar la intimidad a diario, que no siempre tiene que ser sexual, sino algo que sólo harías con tu pareja.

Además una pareja funciona por polaridad: los polos opuestos se atraen. Para que una pareja funcione uno de los miembros debe mostrar su esencia masculina y el otro la femenina. Esto aplica a cualquier orientación sexual. Tiene que haber polaridad o energía diferente en cada miembro de la pareja en momentos de intimidad, porque si no, se produce un desequilibrio energético de la pareja y desaparece la pasión.

5) Coraje y honestidad. Siguiendo el punto anterior, es necesario ser honestos con nuestra esencia sexual o energía. Se trata de aceptar nuestro centro energético y de poder expresarlo sin miedo a nuestra pareja.

Para desarrollar el coraje y la honestidad, debemos ser honestos con nosotros mismos en primer lugar y permitirnos ser vulnerables ante nuestra pareja. A veces por el hecho de querer aparentar que somos autosuficientes o fuertes, nos callamos muchas cosas que nos duelen de nuestra relación y que quisiéramos cambiar.

El silencio hace que haya conflictos latentes y que si no se resuelven pueden dar lugar al rencor, de ahí que a veces explotamos en una discusión fuerte y de repente le soltamos todo lo que hemos estando callando a nuestra pareja. Es mejor comunicar lo que nos duele cuando esto sucede, en lugar de reprimir lo que sentimos por miedo a que no nos entiendan o porque sentimos vergüenza de mostrarnos vulnerables.

6) Proyecto en común. Para que una pareja funcione a largo plazo, no es suficiente con tener pasión. Es necesario que haya un proyecto en común, que los valores y necesidades de ambos estén alineados. Si hay un conflicto de valores importante en la relación, ésta estará teniendo problemas constantemente.

Por eso es importante ver qué hay más allá de la relación: cómo los dos pueden contribuir mejor como pareja, cómo pueden crecer a la vez, cómo pueden ayudarse mutuamente en este crecimiento conjunto.

Muchas parejas se rompen precisamente porque se estancan, porque dejan de crecer juntos, porque los planes y proyectos de cada uno están desconectados del proyecto de pareja común. Como siempre, el compromiso, la confianza y la honestidad vuelven a ser claves para que la pareja prospere.

7) Conciencia y ejemplo. Por último pero no menos importante: una pareja sana, apasionada, equilibrada y feliz es aquella que es un ejemplo de pareja para otras personas. Por eso debemos procurar tener y cultivar una relación que nos gustaría que hubieran tenido nuestros padres y que deseamos para nuestros hijos.

Una magnífica forma de comprobar cómo va nuestra relación es preguntarnos precisamente esto: ¿estoy teniendo la relación que deseo para otras parejas, que desearía para mis padres o mis hijos? Si es así, enhorabuena, porque vais por buen camino.

Aunque el matrimonio o relaciones estables estén cada vez más en desuso en la sociedad occidental, la pareja sigue siendo el núcleo esencial de cualquier sociedad, es la pareja lo que permite que la humanidad siga perpetuándose y que siga habiendo vida humana en la tierra. De nosotros depende también ser ese ejemplo a seguir, tanto para otras personas como para nuestros propios hijos. Los hijos criados en una familia feliz donde los padres se aman, se respetan y tienen un propósito superior como pareja, serán personas más felices y podrán dar lugar a sociedades más conscientes en el futuro.