Discapacitados

El sector turístico "pasa"de la accesibilidad

Acceso para personas con movilidad reducida en el hotel Biarriz (Gandía)
Acceso para personas con movilidad reducida en el hotel Biarriz (Gandía)larazon

Los establecimientos hoteleros están haciendo un gran esfuerzo desde hace años en favor del turismo accesible adaptando sus instalaciones a todo tipo de viajeros. Los congresos sobre la temática se suceden por distintos puntos de nuestra geografía, los profesionales debaten y debaten y cada vez más están concienciados de que el mundo tiene que estar preparado para todos.

En el planeta se calcula que hay unos 500 millones de personas con alguna discapacidad. Ya en 2013 se calculaba que el turismo accesible generaba al año unos 10.000 millones de euros en Estados Unidos, y que el mercado alemán de las personas con discapacidad movía 2.500 millones anuales al igual que el de Reino Unido.

Con estos datos el turismo accesible se presenta como una oportunidad de negocio y la accesibilidad se convierte en palanca de éxito en el turismo. Así se ha puesto de manifiesto en diferentes encuentros de altura del mundo del turismo en los último años, por lo que ahora resulta extraño que en un encuentro celebrado en Madrid se afirme con rotundidad que “el 90% de los operadores de turismo aún no contemplan la accesibilidad en su oferta de productos y servicios”.

En el ‘V Congreso Internacional de Turismo para Todos” que hace unos días se celebró en Madrid, Ivor Ambrose, director ejecutivo de la Red Europea para el Turismo Accesible (ENAT), calificó como “fracaso del sector” la enorme cantidad de proveedores turísticos que continúan sin ofrecer productos y servicios accesibles para las personas con discapacidad”, que ascienden, según señaló, a más de tres millones en los 28 estados miembros de la Unión Europea. Los datos más amplios llegan a señalar incluso que, sólo en Europa, hay alrededor de 80 millones de personas con movilidad reducida.

El dato ofrecido en este último encuentro no me parece nada real. Si es verdad que queda mucho por hacer, que la oferta accesible es inmensamente menor que la turística sin apellido, que en un buen porcentaje de casos optar por un destino adaptado supone un costo más alto, pero afirmar que un 90% de los proveedores de servicios turísticos “pasan” de la accesibilidad me obliga a agradecer con fuerza y salir en defensa de un sector de profesionales que, como comencé esta entrada del blog, está haciendo un gran esfuerzo desde hace años en favor del turismo accesible adaptando sus instalaciones a todo tipo de viajeros.