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Los Reinos de Taifas de la radio digital europea

Los Reinos de Taifas de la radio digital europea
Los Reinos de Taifas de la radio digital europealarazon

Por Ana Rubio Jordán

Primero fueron los transistores, luego la AM y el FM y ahora el DAB (Digital Audio Broadcasting). La radio, como el resto de medios, sigue evolucionando día a día. Pero, ¿evoluciona por igual en todos los países? Ciertamente, la respuesta es no. Noruega se ha convertido, desde el pasado 11 de enero, en el primer país del mundo en abandonar progresivamente la radio en FM por un nuevo estándar digital que permitirá crear nuevas emisoras y, por tanto, generar nuevos contenidos. Esto constituye, sin duda, un grandísimo avance en la historia de la radiodifusión.

En nuestro país, sin embargo, la radio que conocemos en la actualidad es analógica. En este caso, la onda radial transporta el sonido original, tanto la música como la voz de un locutor, que puede verse sometido a interferencias atmosféricas o de otros equipos eléctricos. Las señales analógicas también pueden resultar bloqueadas o distorsionadas por los accidentes del terreno o los grandes edificios. El sistema DAB se difunde por vía hertziana, por lo que permite cubrir mejor todo un territorio, a la vez que difunde de forma segura un mensaje de alerta en caso de catástrofes.

La radio digital permite un uso más eficiente del espectro electromagnético y ofrece a los emisores una banda más ancha para incluir servicios adicionales. Tal y como informaron las autoridades noruegas, es posible aumentar las emisoras y enriquecer contenidos por un coste ocho veces inferior a la FM. Actualmente, los noruegos cuentan con 22 radios de ámbito nacional que emiten en digital y hay espacio para otras 20. Además, el sonido es casi perfecto (dicen que la radio digital es a la radio analógica lo que los CD han sido para el disco de vinilo).

Podemos afirmar que el país de los fiordos es puntero en el uso de las nuevas tecnologías puesto que llevan años preparando esta transición, de hecho, la radio en FM y en DAB conviven desde el año 1995. Sin embargo, si algo ha impulsado a la digitalización del medio ha sido la propia topografía del lugar compuesta por numerosos fiordos y montañas. Esto junto al hecho de contar con una población muy dispersa, hacía muy costosa la difusión de las emisoras en FM. Con el paso a la tecnología digital, la radio noruega se va a ahorrar cerca de 23 millones de dólares anuales.

El proceso de extinción ya ha comenzado en ese país y es algo para lo que no hay vuelta atrás. La única “pega” parece ser el tema de los receptores. El 75% de la población ya cuenta con un aparato que capta la señal digital pero, en cambio, solo un tercio de los automóviles puede captar el nuevo sistema. Para solucionar este problema se precisa de un adaptador, que cuesta entre 110 y 220 euros. Un precio elevado en opinión de algunos usuarios reacios a este cambio tecnológico (un 66% se opone a la desconexión de la FM).

Dado que las ventajas de la radio digital son numerosas, ¿qué ocurre en nuestro país? ¿Por qué no se avanza en el tema? En España, la radio digital emite de forma regular desde el año 2000 pero es una tecnología muy poco extendida entre los usuarios debido, sobre todo, a la necesidad de contar con un receptor específico y a la falta de incentivos para realizar un apagón analógico similar al ocurrido con la TDT en abril de 2010. Algunas cadenas tradicionales como COPE, Onda Cero, RNE y SER, cuentan con versiones de su programación que utilizan esta tecnología, emitiendo así en paralelo en FM y DAB. Sin embargo, se destinan miles de euros anuales en pagar una red DAB que muy pocos sintonizan. Y sin que a ningún gobierno parezca preocuparle del todo.

Como afirma el periodista y consultor de radio y comunicación Gorka Zumeta, quien define a la radio digital europea como “un Reino de Taifas”, han sido principalmente la crisis económica y la debilidad del medio radiofónico frente al medio televisivo, los factores que han causado el retraso de este proceso en nuestro país. Para el periodista, países como Suiza, Reino Unido o Dinamarca, “miran inevitablemente de reojo a Noruega, para ver qué es lo que les ocurre. De alguna manera este país escandinavo se va a convertir en la cobaya de esta operación histórica, sin marcha atrás”.

En cualquier caso, no hay duda de que el modelo noruego supondrá un gran avance en la historia de la radiodifusión mundial y que el resto de Europa se mantendrá en una situación de expectación. Aunque la radio no mueva tanto dinero como la televisión, la llegada del apagón analógico radiofónico es solo cuestión de tiempo. Lo idóneo sería, por el momento, que ambas tecnologías tratasen de coexistir. Algo similar a lo que ocurre en el Reino Unido, cuya audiencia adicta al medio digital está a punto de alcanzar el 50% a finales de año. Los británicos, pese a ser tan suyos, se han dado cuenta de las ventajas de esta tecnología sin necesidad de un gobierno detrás que presione. En España aún nos falta legislación, empuje e iniciativa.