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«Matar al padre», retrato de una familia

La serie es, en el fondo, la historia de una familia imperfecta, de unas relaciones imperfectas entre padres e hijos, de una pareja imperfecta... como, en definitiva, lo son todas.

Jacobo Vidal (Gonzalo de Castro) y su hija Valeria (Greta Fernández)
Jacobo Vidal (Gonzalo de Castro) y su hija Valeria (Greta Fernández)larazon

La serie es, en el fondo, la historia de una familia imperfecta, de unas relaciones imperfectas entre padres e hijos, de una pareja imperfecta... como, en definitiva, lo son todas.

La serie «Matar al padre» de Movistar+ es, en el fondo, la historia de una familia imperfecta, de unos personajes imperfectos, de unas relaciones imperfectas entre padres e hijos, de una pareja imperfecta... como, en definitiva, lo son todas.

Jacobo Vidal (Gonzalo de Castro) el personaje en torno al cual gira la serie, es obsesivo, complejo, contradictorio, paranoico y siempre a la defensiva, tratando de anticiparse a cualquier imprevisto que pueda trastocar su vida. Y, sin embargo, es un hombre profundamente familiar y ama a sus hijos por encima de todo, tanto que ese absorbente instinto de protección lo incapacita para la felicidad y se interpone en la de los que están bajo su asfixiante protección.

El personaje, construido desde la óptica femenina de la directora y creadora de la serie, Mar Coll, se aleja de los arquetipos y está repleto de contradicciones, tantas que su obsesión por el control es lo que acaba destruyendo su propia familia.

Y, sin embargo, es quizás justo a partir del momento en que esa familia parece saltar en pedazos cuando los sentimientos de cada uno de ellos hacia el resto salen a la luz y acaban tejiendo un grupo desestructurado pero profundamente unido.

Los hijos, Tomás (Marcel Borràs) y Valeria (Greta Fernández), son víctimas de ese afán de control de su padre y se rebelan, pero cada uno lo hace a su modo. Él, a fuerza de ser tratado como un pusilánime, se ha convertido en una persona frágil e insegura que va de fracaso en fracaso tanto en lo profesional como en lo personal. Y la presión de su padre por su incapacidad le hunde aún más y le sume en una profunda depresión.

Valeria, por su parte, ha heredado la agresividad de Jacobo. Es cruda y dura, con una lengua afilada que trata siempre de llamar a las cosas por su nombre en su particular familia. Y, sin embargo, es tan frágil como el resto. Su marcha a Francia no es tanto un signo de rebeldía como de huida. Necesita poner tierra de por medio pero nunca dejará de culpar a su familia de todos sus fracasos.

En cuanto a Isabel (Paulina García), la mujer de Jacobo, es su antítesis, una mujer cálida, apacible y dulce que no sabe muy bien cómo ha terminado en medio de esta familia. A pesar de todo es la única persona que sabe manejar a Jacobo, no en vano ha estado casada con él por más de 25 años. ¿Cómo lo logra? Muy sencillo, le sigue la corriente a la espera de que las cosas caigan por su propio peso, como le ocurre a su propio matrimonio. Aún así, se convierte en la ex a la que curiosamente Jacobo acude en momentos de crisis, pues es la persona que más le conoce y quien lo mantiene ligado a la época más feliz de su vida, cuando sus hijos eran pequeños y tenían toda su luminosa vida por delante.

Pero, como ocurre con sus hijos, es justo cuando cada miembro de la familia parece que hace la guerra por su cuenta, cuando más se necesitan.

Cuando Jacobo Vidal pasa a ser un hombre cercano a la vejez y ya no tiene el control de su vida, cuando descubre que sus hijos lo ven como alguien vulnerable y débil a quien ya no necesitan y a quien más bien hay que cuidar, es cuando la familia está ahí, para ayudarle y para ayudarse.

La serie «Matar al padre» está disponible al completo en el servicio bajo demanda de Movistar+ desde el 25 de mayo.