
Playa
¿Buscas el paraíso sin salir de España? Estas playas han sido bautizadas recientemente como las "Maldivas Españolas"
Aquí no se viene a recorrer museos ni a admirar catedrales ni a estar de juerga: se viene a desconectar, a reconectar con uno mismo y con la naturaleza

A tan solo unas horas de vuelo desde las principales capitales europeas, se encuentra un rincón del Atlántico que parece sacado de una postal tropical. Kilómetros de playas de arena blanca y dorada, aguas cristalinas teñidas de turquesa y una paz que solo interrumpe el suave silbido del viento. No es necesario viajar hasta las Maldivas para vivir una experiencia similar: basta con aterrizar en Fuerteventura, la joya más extensa de la provincia de Las Palmas y una de las más fascinantes del Archipiélago canario.
Fuerteventura no solo es la segunda isla más grande de Canarias, sino también la más antigua. Desde 2009, todo su territorio está protegido bajo la figura de Reserva de la Biosfera por la UNESCO, lo que subraya el valor ecológico de este entorno excepcional. Aquí no se viene a recorrer museos ni a admirar catedrales ni a estar de juerga: se viene a desconectar, a reconectar con uno mismo y con la naturaleza, y a dejarse llevar por la serenidad de sus paisajes desérticos, sus dunas y sus interminables playas.
Playa de Sotavento
Uno de los granes emblemas de la isla es la Playa de Sotavento, un tesoro natural ubicado al sur, en el municipio de Pájara. Esta zona no es solo sinónimo de descanso, sino también de aventura. Gracias a los vientos constantes, es considerada un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos como el windsurf, el kitesurf y la vela. De hecho, Sotavento acoge anualmente el Campeonato Mundial de Kitesurf, atrayendo a profesionales y aficionados de todo el mundo.
La playa de Sotavento está compuesta por cinco tramos: La Barca, Risco del Paso, Mirador, Malnombre y Los Canarios. Todos ellos comparten una característica única: una barrera de arena situada entre 100 y 300 metros mar adentro forma una laguna natural de unos tres kilómetros de largo, perfecta para iniciarse en deportes acuáticos sin correr riesgos. Este fenómeno ha llevado a muchos a apodarla como “la Maldiva española”.
Más allá del deporte, Sotavento es un espacio donde reina la tranquilidad. Sus amplias extensiones de arena permiten largos paseos sin aglomeraciones, incluso sin necesidad de esperar a la bajamar. Para las familias, la formación de pequeñas charcas durante la marea baja crea un entorno seguro y divertido para los más pequeños. La sensación de soledad, mar y libertad se convierte en un lujo que no tiene precio.
Cómo llegar a Sotavento
Llegar a la Playa de Sotavento es sencillo y asequible. La red de transporte público de la isla -las guaguas como se las conoce en el Archipiélago- permite el acceso desde múltiples localidades turísticas. La línea 1, que conecta Puerto del Rosario con Morro Jable, incluye paradas clave en Costa Calma, Tuineje, Gran Tarajal, el Hotel Meliá Fuerteventura y el Barranco de los Canarios, puntos desde los que se puede acceder fácilmente a la costa. Para quienes se hospedan en Ajuy, La Pared o Pájara, la línea 4 es la opción recomendada.
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