Este parque nacional te invita a una ruta de senderismo con paisajes de otro planeta

Las Islas Canarias se presentan como un verdadero tesoro en todos los aspectos. Su historia, sus paisajes naturales únicos en el mundo y la calidez de su gente las convierten en un lugar extraordinario.

Una de las principales joyas naturales de este rincón de España es el Parque Nacional de Garajonay, declarado Patrimonio de la Humanidad. Ubicado en el corazón de la isla de La Gomera, este parque es uno de los paisajes más deslumbrantes de todo el archipiélago. Con sus 4.000 hectáreas de bosque de laurisilva, Garajonay ofrece una experiencia única para los apasionados del senderismo y la naturaleza, donde cada paso revela la magnitud de su belleza y la magia de su entorno.

Una de las rutas más recomendadas dentro del Parque Nacional de Garajonay es la que conduce al Alto de Garajonay, el punto más elevado de la isla, con 1.487 metros de altitud. Esta ruta circular parte de La Laguna Grande, una popular área recreativa situada en el corazón del parque. Con una distancia aproximada de 10 kilómetros y un desnivel acumulado de 320 metros, el recorrido presenta una dificultad moderada, ideal para senderistas de todos los niveles. Sin embargo, algunos tramos pueden resultar algo exigentes, por lo que se recomienda abordarlos con calma, especialmente si tu nivel físico no es demasiado alto.

Cómo comenzar la ruta

Para comenzar esta ruta, debes dirigirte a La Laguna Grande, ubicada en el corazón del parque. Si partes desde San Sebastián de La Gomera, la capital de la isla, puedes tomar la carretera GM-2, que te llevará directamente hasta este punto de inicio. Una vez allí, encontrarás un aparcamiento habilitado para dejar el coche y comenzar la caminata con total comodidad.

El sendero se adentra en el majestuoso bosque de laurisilva, una auténtica joya natural que se remonta al Terciario y cubre gran parte del parque. A medida que avanzas, el camino asciende de forma progresiva hasta alcanzar la cima del Alto de Garajonay. Desde su cumbre, las vistas panorámicas son verdaderamente impresionantes: en días despejados, se pueden contemplar las islas vecinas de Tenerife, La Palma y El Hierro en todo su esplendor.

A lo largo del recorrido, encontrarás varios miradores y puntos de interés que enriquecen la experiencia, como el Mirador de Igualero y el Roque de Agando, una espectacular formación rocosa que se ha convertido en uno de los emblemas más icónicos de La Gomera. A pesar de la espesura del bosque, el sendero está perfectamente señalizado, ofreciendo en todo momento espacios para hacer pausas y disfrutar de la calma y belleza del entorno natural que te rodea.