Un tiburón obliga a cerrar una piscina natural en Gran Canaria

Un insólito suceso ha captado la atención de vecinos de la localidad de Moya, al norte de Gran Canaria, donde una cría de tiburón fue avistada en una de las piscinas naturales de El Altillo. El inesperado visitante marino, de aproximadamente un metro de longitud, sorprendió a los bañistas en la mañana de ayer jueves y obligó al cierre temporal del recinto.

La alerta se produjo en torno a las 9:10 horas, cuando usuarios de la piscina natural se comunicaron con el servicio de emergencias 112 para notificar la presencia del escualo. Según los primeros informes, podría tratarse de un ejemplar joven de cazón o jaquetón, especies frecuentes en aguas canarias, aunque inusuales en espacios tan cerrados como estas piscinas naturales.

Ante la llamada, la Policía Local procedió a precintar la zona y desalojar el área de baño por motivos de seguridad. Técnicos de medioambiente del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Gran Canaria se desplazaron al lugar para valorar la situación y establecer un protocolo de actuación que garantizara tanto la integridad del animal como la de los bañistas.

La situación se resolvió de forma favorable cuando el tiburón logró abandonar por sí mismo la piscina y regresar al mar abierto, lo que permitió la reapertura de las instalaciones al público.