Golpe contra la pesca furtiva en Cantabria: incautan 19 kilos de percebes a dos hombres

La Guardia Civil de Cantabria ha abierto una investigación contra dos hombres por la pesca furtiva de percebes en el municipio de Alfoz de Lloredo. En concreto, les han confiscado 19 kilos de dichos crustáceos. Los dos sospechosos están siendo investigados por un posible delito contra la flora, fauna y animales domésticos, vinculado a la recolección de percebes, tal y como informó la Benemérita.

Como consecuencia de las mareas vivas, el SEPRONA de la Guardia Civil ha llevado a cabo operativos de prevención contra la pesca furtiva en áreas costeras de los municipios de Alfoz de Lloredo y Suances durante las dos últimas madrugadas.

De este modo, además de detener a los dos furtivos que recolectaban percebes en Alfoz de Lloredo, se ha denunciado también a otras dos personas en Suances por capturar pulpos y nécoras sin las autorizaciones correspondientes.

Los dos investigados por la extracción de percebes fueron localizados en la mañana del pasado miércoles en la zona conocida como Paraje Las Sopeñas, en Alfoz de Lloredo. Después de identificarlos, los agentes constataron que no contaban con licencia de marisqueo, necesaria para coger percebes. Además, llevaban una cantidad considerable de este crustáceo, que alcanzaba los 19 kilos.

Igualmente, más allá de iniciar las diligencias en su contra como investigados, les incautaron los equipos empleados para la actividad, incluyendo un traje de neopreno y dos mochilas que contenían los 19 kilos de percebes.

Por otra parte, durante la madrugada del jueves, agentes del SEPRONA pillaron a un hombre pescando pulpos en la zona de Molino Bolao, en Alfoz de Lloredo, encontrándole seis ejemplares. A su vez, en la madrugada de este viernes, otro hombre fue interceptado mientras pescaba en la localidad de Tagle, en Suances, tras haber capturado un pulpo y siete nécoras.

A ambos les han han interpuesto denuncias administrativas por infringir la Ley de Pesca al realizar las capturas sin autorización, entre otras acciones ilegales. Las especies incautadas fueron entregadas a centros benéficos en Torrelavega y Cabezón de la Sal, salvo las nécoras, que fueron devueltas al mar por estar aún vivas.