Sainz se queda tirado

«Malas noticias, han decidido volver a ponernos los 21 minutos de penalización, alegan que no están seguros del problema del GPS. Lo que era evidente y eran manzanas, ahora, según ellos, son peras. Todavía me sorprenden cosas con 50 años. Ahora a intentar recuperar la faena, luego os cuento». Todo esto escribía Carlos Sainz en su Twitter ayer por la mañana, después de que la organización hubiera dado marcha atrás respecto a la avería en su control de navegación, y antes del comienzo de la cuarta etapa, en la que dijo adiós a sus opciones de triunfo en el Dakar. Si las cosas no habían ido nada bien, empeoraron de una forma tan radical, que el madrileño acabó llegando al campamento remolcado a 2 horas y 36 minutos de Nasser Al-Attiyah, que se apuntó el triunfo parcial.

Si antes de subirse al coche, Sainz amenazó con coger la maleta y volver a casa, seguramente por la noche sus ganas de irse se habían duplicado. Ayer, el problema no fue del GPS y sí de un manguito de gasolina de su buggy, que le obligó a hacer una parada en la mitad del camino para repararlo. El español pudo continuar, pero poco después se quedó tirado y sin combustible. Cogió algunos litros de una moto que había sufrido un accidente, pero no los suficientes, por lo que tuvo que ser remolcado hasta el final del tramo cronometrado. Ahora, Carlos Sainz está a 3 horas y 18 minutos de Stephane Peterhansel, con lo que ni la más grande de las carambolas podría devolverle parte de sus opciones.

q Barreda, con confianza. Es la mejor opción española en motos, y tras completar gran parte de la tercera jornada con la rueda trasera rota, ayer se llevó el triunfo parcial, porque pudo «atacar a tope». Joan se ha situado cuarto en la general a poco más de cinco minutos del liderato. Tercero es el favorito Despres, que volvió a insistir en que no tiene ninguna prisa y que el rally Dakar no ha hecho nada más que empezar.