Sociedad

María Luisa Cabañero, primera bombera en España y nadadora de récord: "Arriesgo mi vida para salvar la de otros"

La manchega se despide del cuerpo a los 59 años, dejando una carrera marcada por la valentía, el esfuerzo y la pasión por el riesgo

María Luisa Cabañero.
María Luisa Cabañero.Agencia EFE

A sus 59 años y con una carrera que desafía cualquier etiqueta, María Luisa Cabañero se prepara para cerrar una etapa tan heroica como inspiradora. Esta mujer nacida en Puertollano (Ciudad Real) no solo es una de las primeras bomberas de España, sino también una atleta de récord y piloto de globo aerostático. Su vida parece sacada de una película de aventuras, aunque ella la define con una frase sencilla: "Aprovechar todas las oportunidades".

Aunque de niña soñaba con ser profesora de educación física, fue el azar -o más bien una conversación fortuita mientras daba clases de natación- lo que la llevó a presentarse a unas oposiciones de bombero. No se lo pensó dos veces. Nadadora experimentada y con un espíritu inquebrantable, se lanzó a prepararse. Las pruebas físicas no fueron fáciles, pero su tenacidad acabó imponiéndose: en 1986 se convertía en una de las primeras mujeres en vestir el uniforme de bombera en nuestro país.

Cabañero pertenece a lo que ella llama "la vieja escuela", esa generación de profesionales que aprendieron en la práctica, improvisando cuando hacía falta, sin miedo a arriesgar. "Siempre he pensado que si alguien está dentro, tú entras. Así de claro. Lo ideal es que todos salgan vivos, pero si hay que elegir, se elige salvar al otro", sentencia.

Lo dice con la serenidad de quien ha cruzado decenas de incendios, ha sentido los techos ceder a pocos metros y ha rescatado a personas en el límite de lo posible. Uno de sus recuerdos más vívidos es el del llanto de un niño atrapado bajo una cama durante un incendio en Almadén: "Salvarle fue como ver a Dios en medio del caos".

Pero su vida no se reduce a los fuegos. También domina el agua. En 1988 cruzó el Estrecho de Gibraltar a nado en menos de seis horas, sin neopreno. No se conformó con una sola vez: en otra ocasión completó la ida y la vuelta, 52 kilómetros en casi 12 horas, convirtiéndose en la primera persona en lograrlo. En 1992, además, logró un Récord Guinness al nadar más de 82 kilómetros en 24 horas.

Y el aire también. Piloto de globo aerostático, María Luisa aprendió a volar junto a su hermano, casi como una aventura más. Cuando las fuerzas empezaron a flaquear para la natación de alto rendimiento, encontró en el cielo otra forma de sentir la libertad.

Ahora, con casi cuatro décadas de servicio, Cabañero encara la jubilación con la misma energía que cuando empezó. "Si volviera a nacer, haría exactamente lo mismo", asegura sin dudar. La piscina municipal de Puertollano lleva su nombre desde 2018, pero más allá de los homenajes, lo que deja tras de sí es una lección de vida: el coraje no entiende de géneros ni de límites. Solo de pasión, entrega y voluntad.