Esta es la ruta que recorre impresionantes castillos de Toledo para ver en un día
El recorrido es de poco más de 10 kilómetros y te permitirá disfrutar de fortalezas con mucha historia y de su natural entorno.

Castilla-La Mancha alberga castillos con gran relevancia histórica. De hecho, el nombre que recibe la comunidad autónoma, que hace honor a la comarca de La Mancha, también puede estar relacionado con los castillos, ya que Castilla deriva de dicho nombre.
Es por ello por lo que durante muchos años se ha relacionado la región castellano-manchega con tierra de castillos. Pero lo cierto que, pese a estas explicaciones, estas construcciones se pueden observar a lo largo de todo el territorio regional y, en concreto, en Toledo.
Este es el motivo por el que te invitamos a disfrutar de una ruta por tres impresionantes castillos que se encuentran en la provincia de Toledo y que, además, se pueden visitar en un mismo día, ya que entre ellos tan solo existe una distancia de trece kilómetros.
Castillo de Peñas Negras
El castillo de Peñas Negras se ubica en la localidad toledana de Mora. Es de origen árabe y fue levantado por Abderrahman III como estructura de vigilancia del acceso por el sur a la ciudad de Toledo. Su historia comienza en el siglo X, perteneciendo a la taifa toledana, tras ser testigo de luchas entre cristianos y musulmanes. Una vez conquistado, fue entregado a la Orden de Santiago para la defensa y repoblación de la zona.
Es uno de los castillos más relevantes de Castilla-La Mancha a nivel arquitectónico, ya que su fortaleza es roquera. Desde sus alturas, se puede disfrutar de una impresionante vista del inmenso y tupido manto de olivos. El castillo es de acceso libre y gratuito.
Casa fuerte de Los Padilla
El castillo de Mascaraque o también conocido como La casa de Los Padilla, cuyo nombre hace honor a la familia a la que perteneció, corresponde a mediados del XV y se asienta sobre un torreón de origen musulmán. Se ubica en la localidad toledana mencionada, en Mascaraque, y fue ordenado construir por don Sancho de Padilla. Un monumento en el que se alojaría por temporadas el líder comunero Juan de Padilla y su esposa María de Pacheco, conocida como la "Leona de Castilla".
De los Padilla pasó a los duques de Abrantes y, tras ser utilizado como cementerio, pasó a manos de los marqueses de Navamorcuende y otras familias pudientes hasta que en 1980 lo compra don José Manuel Sierra Frade y se llevó a cabo su restauración.
Castillo de Almonacid
El castillo de Almonacid está situado en la localidad toledana del mismo nombre. Fue construido en el siglo XIV y estuvo destinado a ser una residencia permanente de tropas y defensa. En él también se construyó una población militar de vigilancia y defensa.
Si pensamos en la primera referencia de esta fortaleza, remontamos al año 848, un dato que aclara a quién perteneció la construcción primigenia: a los musulmanes. Fue a partir del siglo XI cuando esta propiedad pasó a manos cristianas y, posteriormente, Alfonso VI lo donó a la Catedral de Toledo. Fue reformado en el siglo XIV por el Arzobispo Don Pedro Tenorio.
Está rodeado completamente por un foso, estrecho y poco profundo y consta de una muralla exterior, un recinto interior, y un torreón central. En el interior se encuentra un patio de armas, con restos de aljibes y de un silo para almacenar granos, así como algunas habitaciones. Es de acceso libre, a pie o mediante vehículo por una pista de tierra.