Actualidad

Ávila

Llamada a la adopción y a la colaboración municipal frente al abandono animal

Con motivo del Día Internacional de los Derechos de los Animales, protectoras como «Huellas», en Ávila, apelan a la responsabilidad en vísperas de Navidad y animan a las familias a acoger o apadrinar en lugar de comprar

Una de las voluntarias de «Huellas» coge a uno de los perros tienen a su cuidado en la protectora
Una de las voluntarias de «Huellas» coge a uno de los perros tienen a su cuidado en la protectoralarazonLa Razón

A pesar de que cada vez existe una mayor concienciación en la sociedad frente al maltrato y el abandono de animales, todavía queda mucho por hacer para favorecer su protección y bienestar, especialmente en los pueblos.

Y coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos de los Animales que se celebra este martes, protectoras como la abulense «Huellas», que lleva un cuarto de siglo recogiendo animales abandonados por la capital amurallada, además de curarlos, alimentarlos, darlos un techo y recuperar su dignidad, hacen un llamamiento a las familias a que se decanten por la adopción en lugar de por su compra. También reclaman la colaboración de los ayuntamientos del medio rural, que es donde más dificultades hay, para que echen una mano con las protectoras en la recogida y el control de las poblaciones de perros y gatos principalmente, así como un mayor apoyo a nivel legislativo «para que no salga tan gratis maltratar a un animal».

Así lo cree y así lo cuenta a LA RAZÓN Isabel Martín Gómez, presidenta de la Protectora de Animales «Huellas», quien aprovecha esta efeméride para lanzar un mensaje de optimismo pero también para demandar a la sociedad «que trate bien a los animales, que piense que son también seres vivos que sufren y que al igual que nosotros tienen derecho a estar en este planeta».

Dos perros de los alrededor de 150 que tienen en este momento en sus instalaciones de Huellas en Ávila
Dos perros de los alrededor de 150 que tienen en este momento en sus instalaciones de Huellas en ÁvilalarazonLa Razón

Y ante la inminente llegada de la Navidad, una época del año que preocupa a las protectoras porque crecen entre las familias los regalos de animales, Martín Gómez insiste en la importancia de que apuesten por acoger y dar una nueva vida y oportunidad a estos animales abandonados que se encuentran en las protectoras o, en su defecto, a que los apadrinen si no pueden estar con ellos cada día, antes que comprarlos. «Afortunadamente, cada vez se adopta más, es más difícil abandonar a un animal, ya que uno de cada tres cuenta con un chip de identificación, y los que recogemos no llegan en tan mal estado porque se actúa rápido», destaca la presidenta de «Huellas». Si bien, reconoce que en una Región tan agraria y rural como Castilla y León, «sigue habiendo aún mucho maltrato y abandono de perros de caza como galgos y podencos, así como de pastores alemanes o mastines, por el cierre de explotaciones agrícolas y ganaderas».

«Huellas» tiene una población estable de entre 200 y 250 animales, perros y gatos en su mayoría, aunque también cuidan de hámsters, caballos, burros y alguna tortuga, y cada año promueven la adopción de unos 150, después de un proceso minucioso. «Somos exigentes y no es un proceso rápido ya que hay que ver cual es la familia que mejor se puede adaptar a la vida del animal. Además, también se hace un seguimiento tras la adopción, porque puede haber divorcios, muertes o cambios de domicilio por trabajo», señala Isabel Martín.

un grupo de gatos que atienden en la Protectora de Animales Huellas de Ávila y que buscan también una familia que los acoja
un grupo de gatos que atienden en la Protectora de Animales Huellas de Ávila y que buscan también una familia que los acojalarazonLa Razón

En «Huellas» trabajan también con entidades que ayudan a las personas con discapacidad en terapias con animales e imparten cursos sobre cómo educarlos. Cuentan con 320 socios que son los que mantienen con su cuota las instalaciones, además de las donaciones de particulares. Y animan a apadrinar también, «porque es otra forma de ayudar para que podamos darles de comer, vacunarles o esterilizarles», apunta la presidenta.