Más de 40.000 castellanos y leoneses logran un trabajo a través del Ecyl en el último año

«Es un trabajo poco vistoso pero muy efectivo». De esta manera define el consejero de Empleo e Industria, Germán Barrios, el Servicio Público de Empleo de Castilla y León, más conocido por Ecyl, y que en el año 2019 ha propiciado que más de 40.000 castellanos y leoneses hayan encontrado un puesto laboral.

Por eso, Barrios, destaca en declaraciones a LA RAZÓN, que estamos ante una herramienta imprescindible en la Comunidad, que «funciona bien», aunque lamenta que «existan muchos mitos» sobre su eficacia.

«Es universal, gratuito y busca la inserción de los que quieren trabajar». Un servicio con fondos de la propia administración, donde se orienta a los parados y ocupados, se les forma, especialmente a aquellos con una más baja cualificación, «algo con lo que se tarda tiempo», para finalizar realizando una prospección del mercado laboral, para comprobar si existe una adecuada salida. El objetivo es tener a los desempleados «activados de manera permanente» a la espera de una oportunidad.

Barrios indica también, que en la actualidad existen otro tipo de intermediarios a la hora de colocar a personas en determinadas empresas por diferentes aptitudes y capacidades, una labor que también se quiere realizar desde el Ecyl.

Lo que se está trabajando desde la Consejería de Empleo e Industria es en dar un salto cualitativo respecto a la Formación Dual, contando con un número más amplio de empresas que participen en el programa. «Tenemos que compaginar el contrato de formación y aprendizaje con el verdadero trabajo ‘‘in situ’’ en la empresa», señala Barrios, por lo que se hace imprescindible aportar cada vez más habilidades y competencias relacionadas con las demandas del mercado.

Desde la Junta se está trabajando en dos puntos importantes. Por un lado existe un 44 por ciento de la población en edad de trabajar que no cuenta con nociones básicas en procesos digitales, por lo que se hace necesario su alfabetización en este campo. Y, por otro, el complementar a los trabajadores en las nuevas habilidades que necesita un mundo cada vez más global, como pueden ser los idiomas.

En lo que no tiene ninguna duda el consejero es que «el desempleado quiere trabajar» y que «cuando acude a un curso de formación, lo hace y acaba satisfecho, por que además también le es útil para su vida cotidiana». «Nuestra gente quiere un empleo y nosotros tenemos la obligación de facilitarles las cosas», finaliza Germán Barrios.