Sanidad Pública

Sacyl generaliza el cribado de cáncer de cuello de útero

El programa se extenderá de forma sistemática a todas las mujeres que cumplan 25 años y se ampliarán los grupos de forma escalonada

Laboratorio del Hospital Río Hortega de Valladolid
Laboratorio del Hospital Río Hortega de ValladolidlarazonIcal

La Gerencia Regional de Salud ha decidido generalizar el cribado de cáncer de cuello de útero entre las mujeres de Castilla y León a partir de los 25 y hasta los 64 años, como ya ocurre con otros programas de detección precoz como el de cáncer colorrectal y de mama. Con este paso, la Consejería de Sanidad pretende frenar la tercera neoplasia en mujeres más frecuente en el mundo, aunque en España su incidencia es mucho menor, con unas 800 muertes anuales, según la Sociedad Española de Ginecología.

«El cribado de mujeres sanas ha demostrado claramente su eficacia. Su aplicación de forma adecuada y sistemática ha conseguido reducir entre un 70 y 80 por ciento la incidencia y mortalidad de este cáncer, por la detección precoz de lesiones premalignas asintomáticas cuyo diagnóstico y tratamiento evita su progresión a carcinoma invasor», explican a Ical fuentes de la Consejería de Sanidad.

A partir de marzo, el programa se extenderá de forma sistemática a toda las mujeres que cumplan los 25 años, con el objetivo de llegar a toda la población diana a lo largo de los próximos cuatro ejercicios. Aquellas que reciban la carta de invitación desde el servicio territorial de su provincia de residencia podrán solicitar cita en su centro de salud.

La captación será escalonada en el tiempo, de modo que Sanidad invitará a aquellas que cumplan 25 años; a las que tengan que acudir a una revisión, a las que salgan del programa por llegar a los 64, e irá sumando nuevos tramos de edad. «El objetivo es que en cuatro o cinco años todas las mujeres de Castilla y León estén incluidas en el programa, que tiene todo su sentido cuando se amplían las coberturas que son la vía para detectar lesiones y actuar», sentencia la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco.

Universalización paulatina

El programa no es nuevo; funciona desde 1986, y la novedad es que pasa de tener un «carácter oportunista a uno universal». Hace dos años, en 2018, la Consejería estableció ya la orientación poblacional al programa a las mujeres que cumplían los 25 años, para ampliarlo en 2019 a los grupos de entre 31 y 34 y 55 y 64, y a las que correspondía una revisión por haberse hecho la prueba en algún momento. Se invitó a 140.000.

En sólo un año, las pruebas de detección de virus del papiloma humano (VPH) y citologías han crecido de manera exponencial y la voluntad es que sigan en esta línea.

Cambios en las pruebas

Además de universalizar el programa, la Consejería también afinará en el tipo de pruebas, en consonancia con el programa de consenso alcanzado por todas las comunidades autónomas. De este modo, la prueba del virus del papiloma humano, causa principal para el desarrollo del cáncer de cuello de útero, pasará a ser la primaria de cribado para las mujeres de 35 o más años, y la citología se empleará como prueba complementaria de triaje sólo para las mujeres con resultado positivo a un VPH de alto riesgo.