Sin repostajes y empleos en el aire en las gasolineras de La Raya zamorana y salmantina

Aunque las gasolineras y estaciones de servicio son puntos vitales para el mantenimiento de un país en periodos de crisis y alertas como la actual y por eso están abiertas para garantizar suministro de combustible para el transporte, el cierre de fronteras en la Europa de la Unión, el conocido espacio Schengen que afecta también a España, para contener la expansión del coronavirus, está provocando ya que las gasolineras que se encuentran en lugares limítrofes con otros países vecinos como son Francia y Portugal estén empezando a resentirse. Es el caso de las provincias de Salamanca o Zamora, y de la zona conocida como La Raya Hispanolusa, donde las estaciones de servicio de esta parte del territorio se nutren principalmente de conductores portugueses que son sus mejores clientes.

Entre ellas se encuentran la de la localidad zamorana de Alcañices, ubicada en la N-122 que enlaza con la autopista A-4 de Portugal o las del municipio salmantino de Fuentes de Oñoro, en la N-620 que se comunica con la autopista A-25 portuguesa.

“Los clientes portugueses constituyen el 60 por ciento de la facturación de su gasolinera, con el agravante de que la gran mayoría son personas que viajan en coches particulares y no en camiones”, señala el gerente de la estación de servicio Fertol de Alcañices, Domingo Fernández, en declaraciones recogidas por Efe, quien asegura que en las tres primeras horas de esta mañana apenas han parado a repostar un par de vehículos cuando en otras ocasiones el ir y venir de coches y camiones es “constante”.

Por ello, apunta que a tenido que reducir el personal y ha pasado de tener cuatro trabajadores en cada turno a contar sólo con uno, mandando a casa a once de los catorce trabajadores de esta estación de servicio y se plantea tramitar un ERTE para ellos.

También amenaza el Expediente de Regulación Temporal de Empleo para los quince trabajadores del área de servicio de La Pedresina de Fuentes de Oñoro, según ha reconocido el trabajador Pedro Navarro, también a Efe, mietras explica la delicada situación que tienen ya que primero tuvieron que cerrar el restaurante y la tienda de souvenirs y desde este martes la gasolinera funciona al 20 por ciento del ritmo habitual.

El panorama actual en este gremio y en esta zona dista mucho del que disfrutaba hace menos de un año cuando una huelga que afectó al suministro de carburantes en Portugal hizo que las gasolineras españolas de la frontera hicieran el agosto por la afluencia de vehículos lusos.