Valladolid

“Es como si tuvieras una espina de pescado clavada en la garganta e imposible de expulsar por que no hay nada”

El compositor Ernesto Monsalve relata a LA RAZÓN sus vivencias tras haber superado el coronavirus confinado en su domicilio de Valladolid

Ernesto Monsalve, confinando en su casa de Valladolid, ya trabajando después de superar el coronavirus
Ernesto Monsalve, confinando en su casa de Valladolid, ya trabajando después de superar el coronavirusLa Razón

El pasado 8 de marzo el compositor y director de orquesta Ernesto Monsalve dirigía un concierto en el Teatro Zorrilla de Valladolid. Dos días después, dando clase, tuvo que suspenderlas, “al encontrarme mal, con unas décimas de fiebre”. Aún, en esas fechas no se había decretado el Estado de Alarma y los casos por coronavirus en España eran muy esporádicos.

Al día siguiente, la fiebre se recrudecía, alcanzando los 39 grados y con “numerosos escalofríos”. Enseguida, llamaba al teléfono de la Junta habilitado para esta situación. Una serie de médicos le realizaban un test y detectaban que “con total seguridad” que había cogido el virus, aunque no de manera oficial, al carecer de test y no poder desplazarse ni unos ni otros al Hospital o al domicilio particular..

A partir de ahí, Monsalve continuaba con las recomendaciones de los servicios médicos, tomando paracetamol, “estando en la cama”, y “pasando dos días muy malos”, cuando la fiebre casi alcanza los 40 grados y donde estuvo a punto de ser trasladado al Hospital en ambulancia, pero, afortunadamente, en las siguientes horas el proceso febril se reducía, y aunque no desapareció, se estabilizaba.

“Es una sensación como si tuvieras una espina de pescado clavada en la garganta. Estás todo el rato intentando expulsar algo que no tienes y cuando respiras no entra el suficiente oxígeno”, indica Monsalve. “Mucho escalofrío, fatiga y mucha tos y sin ganas de comer, con ganas de vomitar en todo momento”.

“Los momentos más gordos que viví, tengo como lagunas”, me ha dicho mi pareja. Además, una situación que le llegaba cuando tenía apalabrados una serie de conciertos en los siguientes días, que tuvieron que ser cancelados en pleno proceso con un trabajo, que en esta situación, tuvo que soportar a mayores.

De momento, Monsalve se encuentra en tratamiento. “Desde el último síntoma que he tenido me han dicho que debo estar 15 días aislado. Me llaman todos los días los médicos para hacer un seguimiento de mi caso todos los días, me hacen un test, y que mañana nos acerquemos hasta el Río Hortega para hacernos un test para saber si hemos superado el coronavirus”. Continúa con su vida normal, si puede llamarse normal al estar confinando en casa, pero lanzando múltiples iniciativas para llevar la música clásica a miles de hogares, aunque de manera virtual.