Guardia Civil
La Guardia Civil celebra 176 años con mascarilla pero renovando su compromiso con la sociedad
Castilla y León acoge varios actos simbólicos para recordar la creación de la institución más y mejor valorada en España y homenajear a los fallecidos por la pandemia
Con mascarilla y guardando las distancias de seguridad recomendadas, como buenos disciplinados que son, sin invitados ni autoridades, sin discursos ni homenajes a los veteranos e imposición de condecoraciones, con menos agentes de lo habitual por las circunstancias y, en definitiva, sin alharacas.
Así ha celebrado la Guardia Civil este mediodía en varios puntos de Castilla y León, como Burgos, Valladolid y Zamora, su 176 cumpleaños, pero sin perder ni un ápice de la emotividad que rodea a este tipo de actos en los que el patriotismo y el recuerdo a los que han dado su vida por España y los españoles suelen estar presentes siempre, y más si cabe en un momento como el actual, en plena pandemia que ya deja casi 30.000 muertos en todo el país, y con una crisis económica y social sin precedentes en España
Y es que un miércoles 13 de mayo, día de San Pedro Regaaldo, patrón de los vallisoletanos y de los toreros, del año 1844, la Reina Isabel II firmaba el Real Decreto que permitía formular las normas definitivas para la organización de esta Institución que se había creado o puesto en marcha casi dos meses antes mediante un Real Decreto, como un Cuerpo especial de fuerza armada de infantería y caballería con la denominación de Guardias Civiles y al mando de la cual se puso al Mariscal de Campo Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II Duque de Ahumada.
Los agentes de la Guardia Civil reafirmaban en estos actos simbólicos su compromiso con la sociedad y con su seguridad y bienestar, ya mostrados en las actas de los derechos fundacionales del Cuerpo que siempre se leen, y como se está volviendo a demostrar en estos dos meses de pandemia y de estado de alarma en España, donde su trabajo está siendo imprescindible y vital para mantener el orden público y evitar el caos en un momento delicado para el país.
Los escasos guardias civiles participantes en cada acto por prevención ante la Covid-19, izaban banderas de España mientras sonaban los acordes del himno nacional y rendían homenaje a los caídos depositando coronas de flores una corona en los monolitos que hay en cada Comandancia del Instituto Armado mientras cantaban “la muerte no es el final”. Una canción con la que el Cuerpo recuerda a los fallecidos en el desempeño de su trabajo cada año, algunos de los cuales han perdido la vida en estos dos meses de pandemia tras no haber podido superar la Covid-19 que ha originado la actual situación de crisis sanitaria.
El himno de la Guardia Civil ponía el punto y final a unas celebraciones que no se han celebrado como se debería pero que al menos han vuelto a poner de manifiesto la importancia de la labor que hace la Benemérita y el por qué es muy querida por los españoles.
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