Fernández Mañueco y Tudanca, unidos por la Covid-19

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el líder del principal partido de la oposición, el socialista Luis Tudanca, se reúnen en estos momentos en el despacho del primero en la Sede de Presidencia para intentar avanzar en un pacto de Comunidad por la reconstrucción de esta crisis sanitaria, que ya está empezando a derivar en otra económica y social.

Un encuentro que será el segundo entre ambos dirigentes en lo que llevamos de legislatura, tras el que tuvo lugar el pasado 1 de octubre del pasado año, que se forjaba rápidamente, aunque entre reproches, durante el cara a cara que mantenían este martes en las Cortes de Castilla y León, en el regreso de la “nueva normalidad” parlamentaria. Una sesión plenaria que sólo contaba con las preguntas orales de control al presidente y su equipo, pero en la que Fernández Mañueco lanzaba el guante que Tudanca recogía al momento, listo y predispuesto a sentarse a dialogar por el bien de los castellanos y leoneses.

Sobre la mesa, un gran acuerdo de Comunidad en todos los ámbitos, pero especialmente el sanitario, económico y social, consensuado con todos los que tengan algo que decir en la materia, como son los partidos políticos o los agentes económicos y sociales, y en el que las asociaciones, colectivos y el ciudadano, en general, tengan también su cuota de protagonismo. “De esta hay que salir todos juntos”, era una de las frases que más se escuchaban este martes en el hemiciclo.

La reunión llega en un momento complicado por las tensas relaciones entre PSOE y PP a nivel nacional, por la ya negativa de los populares a apoyar una nueva prórroga del estado de alarma. Algo que está salpicando también a esta Comunidad en el trato entre los dos grandes partidos. Los socialistas echan en cara a la Junta, aunque especialmente al bando popular, que “no esté siendo leal” al Gobierno de España, mientras que desde el Ejecutivo autonómico reprochan a Pedro Sánchez su falta de transparencia o que no destine más fondos para la lucha contra la Covid-19, especialmente tras haber retraído 80 millones de euros de las políticas activas de empleo que le correspondían a la Región.

También después de que el PSOE y la Junta hayan roto sus comunicaciones, entre acusaciones mutuas, sobre los acuerdos de Comunidad en financiación autonómica, Política Agrícola Común (PAC) o reindustrialización de Castilla y León firmados en la pasada legislatura entre los grupos en las Cortes y el Gobierno autonómico, y siga sin avanzar el modelo territorial, después de que se haya descartado la fusión de municipios, así como la reforma del Estatuto de Autonomía para eliminar los aforamientos de los procuradores y altos cargos de la Junta por la negativa del PSOE a apoyar esta modificación si no se incluye también el blindaje de un suelo social mínimo.

Pero pese a todo, la pandemia y sus graves consecuencias, con más de tres mil muertos ya en la Comunidad según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), y unas consecuencias económicas y sociales graves y que asustarían al más pintado de los humanos, parece que ha vuelto a unir a Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca en una lucha común. Incluso a pesar de que el dirigente socialista haya afeado al presidente que no les hayan aceptado ninguna de sus propuestas, como el famoso Plan de 3.000 millones de euros, haya criticado su deslealtad” hacia el Gobierno de España o considere que la Junta no está poniendo todos los recursos y competencias de que dispone para hacer frente a este virus y sus efectos perversos.

Ambos quieren limar asperezas en esta segunda cita que mantienen en este mandato y que el coronavirus ha unido, e intentar sentar las bases de un necesario pacto de Comunidad que, de no llevarse a cabo, los castellanos y leoneses a buen seguro que no se lo perdonarían.