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El poder social y educativo de la música

Profesores de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León graban ocho obras para los alumnos de centros de Educación Especial

Marianne ten Voorde, arpa solistaOrquesta Sinfónica de Castilla y León
Marianne ten Voorde, arpa solistaOrquesta Sinfónica de Castilla y LeónOscylLa Razón

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl) no puede recorrer los escenarios para deleitar con su música al gran público debido a la pandemia, pero eso no quiere decir que estén parados, cruzados de brazos, esperando a que escampe. De hecho, en las últimas semanas han potenciado sus reuniones con el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, en las que se ha puesto en marcha el Consejo Asesor de la Oscyl para ir preparando el regreso a la nueva normalidad además de empezar a buscar al nuevo director que sustituirá en apenas un mes y medio a Andrew Gourlay.

Igualmente, este mes de mayo está siendo especialmente intenso en cuanto a actividades musicales de la Oscyl en las redes sociales e internet, con encuentros, charlas, conciertos y numerosas actividades para que los amantes de la música clásica y los abonados de la Sinfónica puedan disfrutar de momentos inolvidables mientras dure esta situación de estado de alarma.

Pero ahora la Oscyl quiere potenciar igualmente su faceta social y solidaria, aprovechando el poder educativo e incluso sanador de la música y, de la mano de la Consejería de Cultura y Turismo, ha puesto en marcha una bonita y sugerente iniciativa que se enmarca dentro del proyecto “Miradas” del área social y educativa de la Sinfónica,, que tiene como destinatarios a los alumnos de los Centros de Educación Especial de la Comunidad, ante la situación que ha despertado la crisis de la Covid-19.

Así, nueve profesores de la Oscyl han grabado ocho vídeos y han interpretado con sus violines, arpas, violonchelos, tubas y flautas traveseras, diferentes piezas musicales para recordar a todos los usuarios de estos centros que el equipo del área continúa trabajando, en esta firme línea de compromiso social y territorial y con música reconocida por ellos en la que la Sinfónica trabaja temporada tras temporada desde hace diez años.

Se trata de la arpista holandesa Marianne ten Voorde, que interpreta ‘Colors of the wind’, compuesta por el estadounidense Alan Menken para la película de Disney ‘Pocahontas’, ganadora del Oscar a la Mejor Canción original en 1995. También de la Tuba solista de la Sinfónica, José Manuel Redondo, que propone a los alumnos disfrutar durante poco más de dos minutos de la galardonada banda sonora de ‘La lista de Schindler’, de John Williams, mientras que la violinista Daniela Moraru prefiere poner un toque de humor y color a su ‘Canción popular irlandesa’.

Asimismo, la chelista de la Orquesta, Jordi Creus interpreta la ‘Suite n.º 1 para violonchelo’ de Johann Sebastian Bach y el violinista Benjamin Payen invita a los alumnos a escuchar una doble interpretación, junto a Marie Delbousquet, al mando de un violonchelo que suena a mil amores: por un lado, la de la canción popular catalana ‘El canto de los pájaros’, de Pau Casals y, por otro, de la banda sonora de ‘In the mood for love’, la aclamada película de Wong Kar-wai.

Ponen fin a los vídeos editados para esta ocasión ‘La vida es bella’, interpretada por el flautista José Lanuza y Marianne ten Voorde (arpa), y la popular canción americana ‘Oh Susana’, de Stephen Foster, en una actuación de la violinista belga Annelen van der Broeck.

Todos los vídeos pueden verse en el canal de YouTube de la Orquesta, en el link: https://bit.ly/35WWZYZ.

Los destinatarios de estos vídeos serán los alumnos de los Centros de Educación Especial Príncipe Don Juan, en Ávila; Fray Pedro Ponce de León y Colegio Concertado El Alba, en Burgos; Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en León; Carrechiquilla, en Palencia; Reina Sofía, en Salamanca; Nuestra Señora de la Esperanza, en Segovia; Santa Isabel, en Soria; Centro Número 1, en Valladolid, y Virgen del Castillo, en Zamora.

Con la ampliación realizada el pasado año a todas las provincias de Castilla y León, son ya 1.300 alumnos, procedentes de más de una veintena de centros en riesgo de exclusión social y niños y niñas con necesidades educativas especiales, quienes se benefician de las actividades del departamento social y educativo de la Oscyl.