Coronavirus
Casado, sobre la mascarilla: “Se ve gente que la lleva en la frente, colgada en la oreja o en la papada y así no se usa"
Ante la obligatoriedad de llevarla ya este jueves, la consejera llama a utilizarla bien pero insiste en que la mejor protección es la distancia social
A partir de este jueves, será obligatorio el uso de mascarilla -se recomiendan las higiénicas o quirúrgicas, que son las que cuestan 0,96 euros en las farmacias-, tanto en espacios cerrados como en la calle siempre y cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros, que es la que se ha estipulado, a pesar de algunos estudios que ahora hablan incluso de que las famosas “gotitas” que se desprenden de una persona al hablar y que son las que infectan pueden alcanzar hasta cinco metros y medio.
La mascarilla ha pasado desde que comenzara la pandemia por distintas fases, desde no recomendarse su uso hasta ser algo más o menos que imprescindible para asegurar la salud de las personas, pasando antes por su recomendación en el transporte público o al entrar a una tienda a comprar.
Desde el Gobierno autonómico, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, nunca ha sido una defensora acérrima de la mascarilla, ya que siempre ha apostado por que esta se utilice sólo cuando no se pueda respetar la distancia social permitida. “La mejor mascarilla es respetar esta distancia de seguridad”, es una de sus frases favoritas en cada rueda de prensa que da a los periodistas.
Además, en la de este miércoles, ha dejado entrever que la población no utiliza bien esta protección, algo que en su opinión, es un riesgo a mayores que habría que evitar. “Se ve a gente por la calle que lleva puesta la mascarilla colocada en la frente, colgada en la oreja o enganchada en la papada e incluso se la levanta para fumar o hablar con el móvil. Y esto no puede ser, ya que la mascarilla sólo sirve si la tenemos colocada en condiciones, tapando la nariz y la boca y sin tocarla”, decía la consejera este mediodía mientras instaba a usarla bien, en vísperas de que toda España tenga que utilizar esta protección por obligación, salvo los niños menores de seis años o las personas que tengan dificultades respiratorias.
Hacia la normalidad sanitaria
Por otra parte, la consejera aseguraba que la buena evolución de la enfermedad en Castilla y León, que ya está a niveles previos a la declaración de la Covid-19 como pandemia, con medio centenar de contagios al día y con más pacientes en las UCI sin coronavirus que con él, está permitiendo también que su departamento pueda ir avanzando hacia la deseada normalidad del sistema sanitario en lo que es su actividad ordinaria. En este sentido, destacaba que los quirófanos de los hospitales están funcionando ya al 50 por ciento, y que poco a poco se están empezando a recuperar las consultas externas y las pruebas diagnósticas.
Asimismo, explicaba que también se está avanzando en la normalización de la Atención Primaria en lo que se refiere a la atención presencial, con dos circuitos diferenciados en los centros de salud, uno limpio de la Covid-19 y otro sucio, por así decirlo, aunque sigue predominando la asistencia telefónica. Casado decía que este filtro ha llegado para quedarse con el objetivo de evitar riesgos de contagios. Si bien, si es necesario que la persona tenga que ir al centro de salud, la consejera advierte de que tendrá que acudir con mascarilla y lavarse bien las manos tanto al entrar como al salir con los geles que estarán a su disposición. Y en el caso de tener que ir a un área hospitalaria o de urgencias, solo podrá acudir a las mismas el enfermo salvo que sea una persona dependiente o un menor, entonces podría ir acompañado, mientras que las visitas a los hospitales siguen restringidas salvo que sean estrictamente necesarias.
Por otro lado, la consejera anunciaba que en este camino hacia la normalidad, si todo va bien y no hay un repunte en otoño, las oposiciones para personal sanitario aplazadas por la pandemia se reanudarán en noviembre de este año.
Instrucción para las residencias
En otro orden de cosas, preguntada en la rueda de prensa sobre una información publicada por Eldiario.es en la que apunta que la Junta de Castilla y León había ordenado no movilizar ni trasladar ancianos enfermos de coronavirus de las residencias a los hospitales durante el pico de la pandemia, y advierte de que se cambió de criterio en abril cuando ya había más de 2.000 fallecidos, Verónica Casado reconocía que existe esta orden por que no lo negaba, pero explicaba que esta instrucción se dio “por el bien de los residentes” y no al revés, como según decía se ha interpretado por este y otros medios.
La consejera aseguraba que el objetivo de esta orden era proteger a las personas mayores y establecer una hospitalización a domicilio con los medios y recursos necesarios para atenderlo como si estuviesen en un centro hospitalario, para evitar traslados “que en lugar de facilitar las cosas, empeoran la situación porque estas personas tienden a desorientarse si salen de su entorno”, apuntaba.
Casado ofrecía datos del aumento de medicamentos, antibióticos e incluso oxígeno que ha llegado a las residencias por parte de la Junta para atender a los residentes contagiados, como el incremento de hasta un 42 por ciento del número de envases con antibióticos o del 17 por ciento de los corticoides. Asimismo, avanzaba que en estos momentos hay 451 ancianos hospitalizados con Covid-19 y que en lo dos meses de alerta sanitaria han sido 3.200 las personas mayores usuarias de residencias las que han sido trasladadas a centros hospitalarios por la enfermedad.
“El objetivo de la instrucción no era cerrar un derecho a estas personas sino llevar ese derecho que tienen de ser atendidos con todos los recursos disponibles a las residencias”, finalizaba sobre este asunto.
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