Sanidad
Sacyl y farmacéuticos se dotan de herramientas para actuar ante una incidencia sobre prescripción
El proyecto, implantado en plena crisis del COVID-19, permite la comunicación entre profesionales de los dos niveles y que el paciente tenga sus patologías mejor tratadas y controladas
Las farmacias de Castilla y León acaban de estrenar, en plena crisis del COVID-19, un sistema para controlar posibles incidencias sobre la prescripción a los pacientes, cuya ventaja reside en que permite al farmacéutico y al del centro de salud, tanto médicos como enfermeros, mantener un hilo directo y actuar en el momento en que se detecta un problema de medicación. En consecuencia, que el paciente tenga sus patologías mejor tratadas y controladas.
A través del sistema de receta electrónica, el profesional de la oficina de farmacia puede llegar a bloquear la medicación que debería dispensarse al paciente, por lo que no podría adquirirlo en ninguna, hasta que el médico decida ante un caso de una posible alergia; error en la posología o duración del tratamiento; posibles efectos adversos, etc.
También, facilita la comunicación directa entre profesionales, lo que evita que sea el paciente el que ejerza de transmisor, con lo que ello implica ante el uso de un lenguaje que muchas veces le puede abrumar, sobre todo en el caso de personas mayores. "Es un nuevo paso para avanzar en aspectos que faciliten la información al paciente y la relación entre profesionales; también la colaboración y cooperación para avanzar en resultados en salud, de modo que cada vez sean lo mejor posibles", explicaron a Ical fuentes de Sacyl. Permite, además, que el médico reciba la información con el detalle técnico que corresponde.
El programa se desarrolla de la mano del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (CONCyL), y pone en valor la actuación que día a día hacen los responsables de las oficinas de farmacia. Entre otras medias, permite al farmacéutico avisar si detecta que el paciente toma de forma incorrecta la medicación, teniendo en cuenta que muchas veces el paciente acude antes a la farmacia a resolver sus dudas que al médico. El objetivo pasar controlar cualquier problema que pueda detectarse en el momento de la dispensación.
Para sorpresa de sus impulsores y en un análisis inicial, desde que arrancó el proyecto, a principios de marzo, los profesionales han utilizado "bastante" el programa de intercambio de comunicación, por iniciativa de las dos partes, y en especial en el medio urbano, teniendo en cuenta que en el rural la comunicación suele ser más cercana y directa.
"Puede ayudar mucho a un paciente, por ejemplo, que el farmacéutico detecta que no utiliza bien un inhalador y éste se lo transmita a su médico de Familia, con el objetivo de que lo tenga en cuenta ante una nueva prescripción, si considera que debe cambiarlo". "Son claves" que ayudan mucho al médico, y también, al farmacéutico, y ello al final repercute y permite mejorar los resultados en salud.
El programa se beneficiará de la información que arroja la receta electrónica, e incide en la adherencia, con sus repercusiones económicas también. De hecho, se estima que un paciente crónico que tomara los fármacos en las dosis y pautas correctas podría ahorrar un 20 por ciento al sistema vía factura farmacéutica. También, se estima que el 50 por ciento de los pacientes crónicos y polimedicados toma de forma incorrecta su medicación.
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