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La Universidad de Valladolid dejó sin invertir 48 millones entre 2016 y 2017

El Consejo de Cuentas destaca que el menor número de alumnos en ese periodo disminuyó el peso de los ingresos por prestación de servicios

Alumnos de la Universidad de Valladolid, en el Campus Miguel Delibes
Alumnos de la Universidad de Valladolid, en el Campus Miguel Delibeslarazon

Unos 48 millones. Esa es la cantidad que la Universidad de Valladolid (UVa) dejó sin invertir en los años 2016 y 2017, según el Consejo de Cuentas, que ha recomendado a la institución que elabore un nuevo plan estratégico plurianual y apruebe sus presupuestos con anterioridad al comienzo del ejercicio de aplicación para no tener que prorrogarlos, como hace habitualmente.

Así, el Consejo ha entregado en las Cortes de Castilla y León el informe de “Fiscalización de las cuentas anuales de la Universidad de Valladolid, ejercicio 2016” en el que recoge 26 conclusiones y siete recomendaciones y tiene como objetivo analizar la organización administrativa y de gobierno de la Universidad, así como sus sistemas de control interno; verificar la legalidad en la aprobación y composición del presupuesto y de las cuentas rendidas y analizar la situación económico-financiera.

Las actuaciones fiscalizadoras se han referido al curso 2016-2017, principalmente, donde se ha constatado que la UVa ha experimentado un descenso generalizado en el número de alumnos ya que la matriculación total en el curso respecto del anterior descendió un 3 por ciento, situándose en 21.029 alumnos y el número de trabajadores al cierre de 2017 ascendía a 3.735, 37 más que en 2016.

También señala que la UVA aprobó su primer y único plan estratégico para el periodo 2008-2014, pero no ha establecido uno nuevo continuación del anterior, si bien ha elaborado unas líneas de política docente e investigadora de carácter bienal.

Asimismo, señala que los medios personales del servicio de control interno, dependiente de la gerencia de la Universidad, resultan “escasos” para realizar su cometido, y por ello sus actuaciones “siguen resultando insuficientes en relación al volumen de recursos gestionado”.

Por otro lado, el informe constata que la UVa aprueba su presupuesto con posterioridad al inicio del ejercicio, por lo que cada año debe prorrogar automáticamente los del anterior. En concreto, el presupuesto definitivo de gastos, cifrado en 215 millones de euros en 2016 y 221 en 2017 presentó una ejecución del 82 por ciento y en el periodo 2014-2017 disminuyó el peso de los ingresos por prestación de servicios debido al menor número de alumnos, compensado por el aumento de las transferencias y subvenciones.

Por último, los indicadores relacionados con la liquidez ponen de manifiesto que existe una elevada e incluso excesiva capacidad para atender las obligaciones de vencimiento inferior a un año con el efectivo disponible y que la UVA presenta unos bajos índices de endeudamiento y no tiene deudas con entidades financieras.