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Investigadores de la UEMC previenen lesiones en la articulación del hombro en deportes de lanzamiento

Sergio Maroto Izquierdo e Ignacio González Díez idean un entrenamiento para la musculatura de esta parte del cuerpo que mejora la fuerza y reduce desequilibrios

Investigación médica de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid (UEMC)
Investigación médica de la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid (UEMC)UEMCLa Razón

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid reafirma su apuesta por la investigación científica y médica que tenga como resultado una mayor calidad de vida de las personas además de la mejora de la formación académica que reciben los alumnos y los profesores.

En esta ocasión, dos jóvenes investigadores de esta institución académica, Sergio Maroto Izquierdo y Ignacio González Díez, llevan tiempo trabajando en un proyecto que tiene como objetivo prevenir lesiones en las articulaciones del hombro de los deportistas que practican especialidades que cargan esa parte del cuerpo como son el balonmano, el tenis o el voleibol.

Así, y en colaboración con la Appalachian State University y el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León, ambos investigadores han ideado un protocolo de entrenamiento de la musculatura del hombro para mejorar los valores de fuerza y reducir los desequilibrios existentes entre la musculatura anterior (generalmente más fortalecida por el propio gesto deportivo) y la musculatura posterior (generalmente debilidad y descompasada) y, del mismo modo, aumentar la masa muscular del hombro, la potencia muscular y la velocidad de lanzamiento.

Los jugadores del Club Balonmano Valladolid, “conejillos de indias”

El protocolo se puso en marcha con jugadores profesionales del Club Balonmano Atlético Valladolid, que milita en la Liga Asobal. implementando el entrenamiento de fuerza con dos nuevas tecnologías no dependientes de la gravedad y muy distintas al entrenamiento tradicional con peso libre, aportando así un nuevo y más completo estímulo al entrenamiento de estos deportistas.

Para ello se dividió a los jugadores en dos grupos, uno de los cuales entrenaba con dispositivos isoinerciales o “flywheel”, que permiten generar más fuerza en la fase de frenado que en la fase de aceleración del ejercicio; mientras que el otro grupo utilizó resistencia neumática, la cual permite una resistencia constante en todo el movimiento independientemente de la velocidad de ejecución.

Tras seis semanas de entrenamiento se observó cómo todos los deportistas mejoraron sus niveles de fuerza y potencia, tanto en la musculatura anterior como en la musculatura posterior, y redujeron significativamente la descompensación existente entre los rotadores internos y los externos, y, además, aumentaron la velocidad de lanzamiento.

Ambos grupos mejoraron la fuerza y potencia de rotación interna del hombro de manera similar (entre un ocho y un 22 por ciento), mientras que el grupo que entrenó con dispositivos de resistencia neumática mejoró la fuerza y potencia de rotación externa del hombro en mayor medida (23-61 por ciento) en comparación con el grupo que entrenó con dispositivos flywheel (17-38 por ciento).

“Estos grandes aumentos de fuerza y potencia se traducen en una reducción en el desequilibrio muscular observado entre los rotadores internos y externos del hombro de lanzamiento nuestros deportistas, algo que es un indicativo de riesgo lesional”, destaca Sergio Maroto.

Además, el grupo flywheel mostró mayores ganancias en la masa muscular del hombro en comparación con el grupo neumático (14-46 por ciento y 7-35 por ciento, respectivamente). Si bien, desde una perspectiva de rendimiento, ambos grupos mejoraron entre un cuatro y un ocho por ciento la velocidad de lanzamiento en diferentes situaciones específicas de balonmano.