Valladolid

Perelman rinde homenaje en la Seminci a las víctimas del Holocausto en la conmovedora “El profesor de persa”

El cineasta ucraniano participa por primera vez en el festival vallisoletano con su adaptación del relato de Wolfgang Kohlhaase “Invención de un lenguaje”

Vadim Perelman, director de 'Persian Lessons', interviene vía streaming durante una rueda de prensa.SEMINCI25/10/2020
Vadim Perelman, director de 'Persian Lessons', interviene vía streaming durante una rueda de prensa.SEMINCI25/10/2020larazonSEMINCI

El cineasta ucraniano Vadim Perelman participó por primera vez en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con “El profesor de persa”, su quinto largometraje, que presentó telemáticamente desde su domicilio en Los Ángeles como “un monumento de homenaje a las víctimas del Holocausto”. La película, un “tour de force” de los actores Nahuel Pérez Biscayart y Lars Eidinger, fue recibida con aplausos en su estreno en España en el pase matinal del Teatro Calderón.

Perelman, que fue nominado a tres Óscar con “Casa de arena y niebla”, ha detallado que el idioma utilizado en la historia se ha inventado “de cero”, aunque con el objetivo de que tuviera “ese sonido oriental”.

El film arranca en la Francia de 1942, donde las tropas nazis están reclutando judíos como prisioneros para transportarlos a los campos de concentración. A uno de ellos, presidido por la leyenda en alemán ‘A cada cual lo que le corresponde’, llega Guilles, tras salvarse in extremis de la muerte gracias a que su buen corazón le llevó a intercambiar su bocadillo con otro preso a cambio de un libro en farsi.

Protegido por el capitán del resto de altos mandos para poder continuar con sus clases, Gilles se inspira en los nombres propios de los prisioneros, que conoce mientras transcribe el registro de presos, lo que le sirve para inventarse el idioma que le salvará la vida.

También ensaya mientras sirve la comida a los prisioneros, a quienes pregunta su nombre y, según lo que percibe de ellos, asocia un nuevo concepto a las últimas letras, por lo que el director considera que tanto la película como ese lenguaje son “un monumento” en memoria de las víctimas del Holocausto.

Precisamente el lenguaje fue un “desafío” al rodar la película, pues la mayor parte del guion está escrita en alemán, idioma desconocido por el director y por el actor argentino Nahuel Pérez Biscayart, quien encarna al protagonista.