Religión

Los siete vecinos de Fuenteodra (Burgos) reúnen 11.000 euros en 20 días para salvar su iglesia

La última misa que se celebró en su interior fue hace 15 años

Iglesia del municipio burgalés de Fuenteodra
Iglesia del municipio burgalés de FuenteodraAyuntamiento Fuenteodra

Los siete vecinos de Fuenteodra (Burgos) han conseguido reunir hasta el momento 11.000 euros en tan solo 20 días en una campaña de micromecenazgo para salvar la iglesia parroquial San Lorenzo, si bien aspiran a recaudar 30.000 para poder ejecutar la reforma integral, según informó la Asociación Hispania Nostra.

Construida en el siglo XVI sobre un promontorio que corona la población, fue testigo de la última misa que se celebró en su interior hace ya 15 años. Después, la combinación de la escasez de vocaciones sacerdotales y los pocos habitantes del municipio condenaron al templo gótico al olvido.

La localidad registra una densidad de población de 1,62 habitantes por kilómetro cuadrado. Es decir, la mitad de Siberia, con poco más de tres. Sin embargo, la propia Unesco se fijó en este enclave de la España ‘abandonada’ para declararlo hace unos años Geoparque Mundial de Las Loras (www.geoparquelasloras.es). “Un entorno natural absolutamente privilegiado lo avala. Y también patrimonial. Aquí es donde entra en juego la iglesia de San Lorenzo, altiva, enhiesta y elegante, lo que le ha valido el sobrenombre de La Dama de Las Loras”, explica el comunicado.

Con el tiempo comenzaron a aparecer las primeras grietas y humedades. Después llegaron algunos desprendimientos y la preocupación de sus habitantes creció al comprobar cómo la iglesia “poco a poco se venía abajo”. Fue entonces cuando decidieron reunirse y formar la Asociación Cultural Manapites, para “evitar el colapso y ruina de esta iglesia única, imagen inseparable del Geoparque Mundial de la Unesco de Las Loras”, según afirmó a la agencia Ical su presidente, el paisajista e ingeniero Javier Maisterra.

Poco después acudieron a Hispania Nostra (www.hispanianostra.org) con el objetivo de poner en marcha una campaña de micromecenazgo que, en apenas 20 días, ha recibido el apoyo de más de 150 mecenas, que han aportado alrededor de 11.000 euros. Pero necesitan más. Están convencidos de que lo conseguirán. El 7 de diciembre termina el plazo para reunir casi 18.000 euros como objetivo mínimo y 30.000 como óptimo.

La iglesia de San Lorenzo Mártir de Fuenteodra es un templo muy singular de estilo gótico flamígero (siglo XVI) caracterizado por unos elementos arquitectónicos y decorativos que le hacen único, representando el patrimonio más importante de la zona. Consta de una sola nave muy estilizada en altura, con dos tramos de bóvedas estrelladas y nervaturas de piedra. Su ábside es poligonal con potentes contrafuertes. Tiene una portada renacentista tapiada con arco rebajado, con columnas y hornacina con santo, situada en la cara oeste de la torre. Y otra, la actual en el sur, tiene arco de medio punto moldurado.

La torre es cuadrada, almenada (con aspecto inconfundible de torre de carácter defensivo) con óculo a medio hastial sobre la puerta tapiada, con cinco huecos, en los cuales se encuentran dos campanas y dos campanillos, estando uno vacío. Consta de tres pisos: el inferior, donde está el baptisterio, el intermedio que corresponde al coro y rematado como el inferior por una bóveda renacentista y finalmente el último que es el campanario. La altura de la torre supera los veinte metros.

La iglesia se halla en un estado de abandono total desde hace décadas, encontrándose hoy en día en grave riesgo de derrumbe y ruina irreversible, por lo que se cerró al culto hace más de quince años. Está incluida en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra, en riesgo de desaparición desde enero de 2020.

Su ruina, inminente de no actuar de inmediato, supone un serio riesgo sobre las viviendas aledañas y asestaría un golpe moral muy duro sobre la memoria y el sentir de un pueblo y sus habitantes. Para frenar el deterioro, con el asesoramiento de prestigiosos arquitectos especializados en restauración de patrimonio eclesiástico, la Asociación Cultural Manapites ha propuesto materializar un plan director articulado en fases, dada la envergadura del proyecto y las dificultades de financiación. Su objetivo ahora es abordar una primera fase para salvar la torre campanario.

Además, cuenta con el peculiar caso de la pila de agua bendita que “nunca se vacía”. Nada más entrar en el templo, a la derecha, se encuentra una gran concha de piedra incrustada en el muro de la iglesia que se usaba como pila de agua bendita. Siempre se encuentra rebosante de agua cristalina pero, curiosamente, nadie la llena. “En esta época, con las lluvias y toda la humedad que tienen las paredes de la iglesia, puede ser normal que se llene de agua. Pero yo la he visto en agosto, cuando llevaba muchos días sin llover, y la pila de agua bendita seguía teniendo agua”, explicó Maisterra.