cribado masivo
A la caza del asintomático en Ólvega, uno de los municipios con más contagios de España
La localidad soriana comienza un cribado masivo durante los próximos cuatro días para intentar contener a la covid, desbocada en esta zona junto al Moncayo en las últimas semanas
La localidad soriana de Ólvega, una de las mayor dinamismo económico de la provincia por su tejido industrial, se encuentra en una situación epidemiológica complicada, con el virus descontrolado en las últimas semanas que ha provocado que los casos se hayan disparado sin saber por qué tampoco, lo que está provocando que sus vecinos apenas salgan de casa por miedo y las calles se encuentren vacías,
Y es que esta localidad situada en plana comarca del Moncayo es uno de los lugares que tiene más infectados de toda España en porcentaje por su población. En concreto, Ólvega tiene una tasa de incidencia acumulada en los últimos catorce días de 2.188 casos por cada cien mil habitantes, y de 1.367 en la última semana, según los últimos datos.
Por este motivo, el equipo de Atención Primaria del Centro de Salud lleva a cabo desde primera hora de esta tarde un rastreo masivo de contactos de contagiados por covid en la localidad. Así, está previsto que se realicen unas 400 test de antígenos de segunda generación a aquellos residentes en la localidad que no hayan tenido resultado positivo en los últimos tres meses.
Una medida que venía reclamando desde la semana pasada la alcaldesa de la localidad, Elia Jiménez, a la Consejería de Sanidad aunque no ha sido hasta el pasado lunes cuando el departamento que dirige Verónica Casado decidió llevar a cabo este cribado a la población de Ólvega, que se dirige a un diez por ciento de las tarjetas sanitarias del área básica de salud.
Así, desde las 16.00 horas de hoy y durante los próximos cuatro días, unas 400 personas se someterán a la prueba de antígenos con el objetivo de establecer una trazabilidad del virus y tener una fotografía más exacta de la situación de un pueblo que se encuentra en transmisión comunitaria y en riesgo extremo, con el reto de que afloren los asintomáticos.
Cabe recordar que Ólvega estuvo casi “libre de covid” hace no mucho y aunque no se sabe a ciencia cierta el motivo de este repunte pero sí que ha habido y hay brotes en el ámbito laboral, social y familiar.
La alcaldesa defiende que el Ayuntamiento de Ólvega ha actuado con diligencia y a principios de septiembre ya ordenó la clausura de los parques infantiles, y agrega que las decisiones se han adoptado conforme evolucionaba la pandemia.
Críticas a la gestión
No opina lo mismo una vecina de la localidad que prefiere guardar el anonimato y que mañana se someterá de forma “voluntaria” a la prueba de antígenos. Afirma con rotundidad que las medidas para avanzar la propagación del virus han llegado tarde y desde el verano se “veía venir que Ólvega sufriría en la segunda ola”, atendiendo al comportamiento de algunos vecinos y a la dejadez del Ayuntamiento para imponer el cumplimiento de las normas de seguridad.
“Hemos visto que el Ayuntamiento ha hecho la vista gorda a muchas situaciones. No se han puesto multas a los que no portaban mascarillas y en las terrazas de los bares no se guardaba la distancia de seguridad, estaban distribuidas de forma idéntica a cuando no había pandemia. Además, tampoco se ha respetado el uso de la mascarilla obligatoria mientras no se está consumiendo”, asegura ,para recalcar que esto “ha estado a la vista de toda la población”, apunta, en declaraciones recogidas por Ical.
A pesar de ello, cree que existe un gran porcentaje de la población que sí ha respetado las normas pero el Ayuntamiento no ha actuado “de forma diligente”, es más le acusa de interpretar el BOE “a su manera” y cuando las competencias han recaído en la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento “la cosa no iba con ellos”.
“El Ayuntamiento no ha alzado la voz para pedir de forma rotunda a la Junta el cambio provisional de la jornada continua en el colegio y tampoco han criticado que nos han quitado un médico en lo peor de la pandemia”, relata, para señalar que ahora publican un bando y piden el cribado pero tenían que haberlo hecho cuando los casos se empezaron a disparar.
Asimismo, cree que los olvegueños que sí han cumplido con las normas de forma “escrupulosa y que llevan sin tener vida social desde marzo” han visto con estupor como los que más tenían que dar ejemplo, por ser responsables públicos, no han respetado las normas. “No se ha reaccionado a tiempo y hemos tenido muertos en el pueblo”, lamenta.
Asimismo, destaca que la población de los pueblos de alrededor deben desplazarse hasta Ólvega porque a muchos pueblos no va al médico. Es el caso de Beratón, en el que también hay contagios.
Responsabilidad social
No opina lo mismo otra vecina, que trabaja en el ámbito sociosanitario, ya que considera que la responsabilidad es de la sociedad y no se necesita una multa para cumplir la norma. Traslada que en el pueblo “se habla” de que existen ciertas personas con PCR positivas que “no han guardado la cuarentena” e incluso de personas que estaban esperando el resultado y salían a la calle.
“Las normas han sido concisas y claras y creo que somos nosotros los que las hemos acatado o no. Se han cerrado bares, se han suspendido las extraescolares de los niños, pero, aún así, la gente se ha juntado más de seis en casas y han seguido con la tradición de reunirse en bodegas y peñas para comer y cenar, algo muy típico de la zona”, relata. Asimismo, manifiesta que sí es verdad que existen personas que no portaban mascarilla, pero desconoce si es porque son negacionista respecto al virus o porque tienen una patología que les impide llevarla.
La olvegueña destaca que los mayores de 65 años son los más temen al virus y están preocupados por si llega el confinamiento domiciliario y les quitan el único alivio en su vida: el paseo diario. “Ellos no tienen vida social pero sí se dan el paseo de rigor, por eso muchos me trasladan que tienen miedo a que les confinen”.
Esta madre de familia asegura que conoce a gente enferma por covid que cree que se ha contagiado por jóvenes que estudian en otras ciudades, pero hay otros positivos que no “tienen ni idea dónde pudieron contraerlo” porque su vida se limitaba a ir de casa al trabajo y a hacer la compra. “Tengo un familiar contagiado que solo iba a misa y a comprar y sus hijos han salido negativos”, puntualiza.
Por otro lado, indica que los sanitarios que trabajan en Ólvega han evidenciado que cuando un vecino es positivo y enumera cuáles son sus contactos la lista es “muy larga”, es decir, que se evidencia que “tienen muchos contactos estrechos”. “Yo creo que hay gente que ha seguido merendando con los amigos en las bodegas y cabañas y esto ha perjudicado en gran medida que se frenarán los contagios”, afirma
Confinamiento
Elía Jiménez avanza que no está descartado solicitar un cierre perimetral del municipio o confinamiento domiciliario, y asegura que ya se ha emitido un bando entre los vecinos para que se autoconfinen de forma voluntaria y que eviten las salidas a lo estrictamente necesario. “Vamos a esperar a ver cómo evoluciona la pandemia y si la situación queda controlada con las medidas adoptadas. Queremos ser prudentes”, expresa.
De igual forma, precisa que encomendó a los agentes de la Guardia Civil a sancionar a aquellos que incumplen las normas, y traslada a sus vecinos que comuniquen tanto al Ayuntamiento como a la Guardia Civil “cualquier incidencia respecto a que personas contagiadas se salten el confinamiento obligatorio o no cumplan con las medidas de distanciamiento e higiene impuestas”.
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