Un grito y un silencio unánime contra la violencia de género

Un año más, Castilla y León volvió a vivir el Día Internacional de la Violencia Contra la Mujer, aunque en esta ocasión, fue una celebración atípica. La pandemia hizo que la gran parte de manifestaciones habidas en anteriores ocasiones, o bien se dejaran para otra ocasión, o bien, se celebraban pero con un aforo reducido, por eso de los contagios. Lo que quedó claro, aunque las calles quedaron vacías, el sentir fue unánime por parte de toda la sociedad castellano y leonesa en contra de esta lacra.

La capital vallisoletana, vivía sendas concentraciones por la tarde, la primera de ellas organizada por la Coordinadora de Mujeres, celebrada en la Plaza del Portugalete, donde se gritó más alto que nunca el «Ni una más».

Posteriormente, desde la Plaza de Fuente Dorada partió una manifestación teñida de color morado, por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con pancartas que reclamaban «Una ley abolicionista del sistema prostitucional» y que ensalzaban mensajes como «Libres, vivas y combativas» y «Ningún agresor sin su castigo».

Antes del inicio se leyeron los nombres y las historias personales de las seis mujeres asesinadas en el mes de noviembre en España, según datos de Adavasymt, organizadora de la convocatoria. A su juicio, y según datos no oficiales, en el conjunto del país han muerto por esta razón 77 mujeres, seis de ellas menores.

La presidenta de Adavasymt, Conchi Minayo, explicó que a estas víctimas se suman los hijos de éstas, que “de repente se encuentran con un madre enterrada y un padre en la cárcel”. Minayo admitió que la lacra de la violencia de género “sigue adelante”, algo que achacó a que “no se están poniendo los medios suficientes para que esto pare”. “Asociaciones como Adavasymt no damos de sí con los pocos medios con los que contamos”, reprochó.

Y en la localidad abulense de Candeleda dedicará el Parque de las Siemprevivas a las mujeres asesinadas de sus parejas o exparejas, para «mantener viva la memoria», de todas ellas, a través de los árboles que serán plantados en este espacio de dos hectáreas, uno por cada víctima.

Mientras, el Ayuntamiento de Rabanales (Zamora), junto con la Asociación para el Desarrollo de Aliste, Tábara y Alba y la Diputación de Zamora rindieron su particular homenaje con un graffiti pintado en el frontón municipal de la localidad por el artista salmantino Daniel Martín.