Opinión
Traición a la conciencia de la nación y traición al estado
Es de tal gravedad la trágica situación en España, tan hondo el dolor que sufren tantos españoles por la muerte de sus personas queridas, que es algo insólito no estar pensando en ellos todos los días, y no sentir el calor diario de quién tiene la mayor responsabilidad en todo lo que está ocurriendo.
Es de tal envergadura la crisis social, laboral, empresarial y económica, de todos los días y agravándose mucho más cada día, que es de enorme irresponsabilidad no abordarla con compromiso de todos y encabezado por quien tiene delegada la función de gobierno.
Es tal la tragedia humana que vive España con setenta mil muertos y el desgarro de dolor permanente de decenas de miles de familias, es tan profundo el luto que sienten los españoles de bien, inermes ante la desgracia pero asolados por ella .
Es tal la enorme angustia de millones de españoles que están en situación precaria, que nunca habían vivido tal carencia de lo básico, la angustia de centenares de miles de personas que están perdiendo sus negocios y por tanto quedando en paro junto a los puestos de trabajo dependientes, y perdiendo todo su ahorro e inversiones. Es tan impresionante conocer la historia personal de cada uno, tan enormemente difícil la realidad que viven y ver las lágrimas de impotencia y profunda tristeza, en quien aún así en las peores condiciones posibles defiende su dignidad, que esto torna en fortaleza de espíritu que nos regalan con sencilla generosidad a todos los españoles. Que enorme ejemplo y que austera y enjuta respuesta, que enorme espíritu y fuerza que nos enseña a todos.
Todo lo anterior es lo único que a mí me importa . Todo ello es la columna de los ideales y de los principios y valores más sólidos de una nación. Todo ello es lo esencial en cualquier sociedad. No existe mayor fundamento. La vida y toda las acciones necesarias para defenderla en situación límite por la pandemia. La muerte como deuda de honor trascendental y de respeto máximo a la persona, memoria permanente para honrarla y recordarla ejemplarmente, como el mayor tributo de una sociedad que se respeta y se engrandece con los valores trascendentes de la persona .
Todo lo anterior es la respuesta a los necesarios pilares de la humanidad que basa su permanencia en su trabajo honrado, en sus aspiraciones legítimas , en su progreso y beneficio personal, familiar y social. En la dignidad de su esfuerzo y sacrificio diario, en el ejemplo que ha de dar a sus semejantes, en la solidez de saberse obligado a perseguir el bien.
Es absolutamente incompatible todo esto con la obligatoria correspondencia que ha de exigírsele al gobierno, resto de instituciones, partidos y políticos de todo signo, si no cumplen.
Hoy, además, en todas estas carencias por parte de todos ellos a lo largo de muchísimos años, hemos de añadir un escalón de máxima irresponsabilidad diferenciadora , que es el que ejerce el gobierno . Es absolutamente inimaginable que a las carencias de responsabilidad que arrastramos, hoy tengamos que añadir la perversión más desleal de quién tiene la máxima obligación y con carácter superlativo, si cupiera, cuando estamos en medio de una trágica pandemia y todas sus gravísimas consecuencias .
Otras naciones aún con sus déficit, jamás darían el nefasto ejemplo que España está dando, queriendo , además, durante la gestión más equivocada y peor valorada del mundo tanto en número de muertos, como en contagiados, o caída del PIB, y de peor gestión en la caída histórica económica, queriendo, digo, terminar con la historia de una nación unida desde hace cinco siglos, queriendo terminar con el modelo de estado, con el estado de derecho, con la libertad, con la unidad de España, y con la constitución de todos.
Un gobierno que en medio de este trágico dolor que estamos viviendo quiere desde el propio gobierno, con sofisticación, con ingeniería social, con retorcimiento de la ley, con marketing político volcado en la consecución del fin perverso, con hitos preestablecidos, con táctica de dos pasos alante y uno atrás, con declaraciones, acciones, y hechos perversos y subversivos, pero milimétricamente calculados, con pocos desmentidos pero con boca chica, con los ataques a la más alta magistratura del Estado en el parlamento y fuera de el, pero tibios, y otras muchas más veces callando, es decir otorgando, ante tales ataques, en sede parlamentaria y gubernamental reiteradamente.... un gobierno que actúa así todos los días tiene un diagnóstico.
Un gobierno que ejerce todos los días estas acciones atacando al Rey que es el Jefe del Estado, desde el propio gobierno, atacando la división de poderes desde el propio gobierno, atacando a la justicia desde el propio gobierno, atacando la libertad de educación desde el propio gobierno, atacando la lengua española desde el propio gobierno, atacando la libertad de prensa, de pensamiento y de expresión, desde el propio gobierno, aprobando presupuestos pactados con quienes persiguen así mismo todo ello y persiguen además un estado plurinacional, una republica feminista, otra vasca, otra catalana, un cambio de régimen, y el propio gobierno admite también todo ello al no recriminar inmediatamente tales ataques inconstitucionales, y además callar , admitiendo, aceptando, trabajando, y promoviendo por tanto todo ello...., ese gobierno usando la metodología aplicada antes descrita, está atentando contra el estado desde el gobierno, atentando contra la constitución desde el gobierno, atentando contra la libertad desde el gobierno y atentando contra la democracia desde el gobierno.
¿Podríamos imaginar a los gobiernos de Portugal, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia , Suecia , Holanda ... actuar así cuando no puede siquiera admitirse, por supuesto, engañar en una tesis, no pagar una multa, o cobrar un trabajo poco sólido o copiado, pues eso supone dimisión fulminante?
No conozco vocabulario para describir lo que esos países y sus ciudadanos pensarían si ocurriera en ellos lo que el gobierno de España está haciendo en este momento.
Un gobierno que actúa así contra el propio estado está traicionando gravísimamentae al estado , además reiteradamente, y todos los días, y por tanto es inadmisible, al tiempo de tener que dimitir en bloque por alta traición.
Alta traición al estado y alta traición a todos los españoles. Una promesa y muchas promesas del presidente del gobierno hechas por el y traicionadas por el mismo significan una sentencia incontestable en una democracia sería. Significa que ha traicionado a todos y además se ha traicionado a si mismo . Ha traicionado, además, a su partido. Admitir circunvalar y transgredir la constitución o simular su cumplimiento es alta traicioón y admitir el plan de quién ataca la constitución, y golpea al estado, está sentenciado, y en la cárcel, y manifiesta volver a querer hacerlo, para deshacer España es alta traición, - usted para más inri apoyó la aplicación, lógicamente, como no podría ser de otra manera, del 155 -, admitir un plan de cambio de régimen y ataque a la más alta magistratura del Estado es alta traición, admitir lecciones de democracia y de conducción del Estado para su destrucción, de quién ha heredado los más graves crímenes en España es alta traición y además no cabe siquiera en la más alta definición de la inmoralidad .
Usted está ilegitimando su ejercicio diariamente y voluntariamente. Hereda usted como simulado promotor y colaborador necesario, encabezar nuevamente el golpe al estado acaecido en Cataluña, con sus métodos y formas, que calca todos los días, y lo hace de la mano, reitero, de quién lo ha hecho ya y desde la cárcel proclama volver a hacerlo. Es perverso y maquiavélico. Un procedimiento psicopático y malvado.
O usted está con la ley, el estado de derecho, la constitución y la democracia o usted está del lado del populismo, del supremacismo xenófobo independentista, del comunismo, al que le pide el parlamento europeo condenar por criminal, junto al nacionalsocialismo, y de los herederos de quién ha causado tanto dolor y de quién aún no están los crímenes resueltos. Es muy fácil de entender y la sociedad civil le exige estar del lado de la ley, el estado de derecho, la constitución, la libertad y la democracia y no en el lado de la tiranía y dictadura populista y comunista, bolivariana, condenada hace semanas por Naciones Unidas por crímenes contra la humanidad, que su vicepresidente imputado y que usted avala - imagine un país europeo que lo hiciera...- , representa. Del lado de la democracia europea, moderna y de sólido progreso en el siglo XXI, o de las arcaicas dictaduras manipuladoras y represivas de infausto recuerdo, hoy como Venezuela.
El honor de miles y miles de muertos y su memoria y máximo respeto, no merecen su traición cuando ya no pueden estar con nosotros. No merecen su traición sus familias. A todos ellos también usted prometió tantas promesas que ha traicionado. No hay palabras a la renuncia y negación que hace usted mismo a su propia conciencia y palabra dada. La conciencia de quien solo ha de perseguir el bien y su traición a la conciencia de todos los españoles de bien, por supuesto, mucho más allá de sus ideas. Hay cosas que nada tienen que ver con ellas. Se llaman principios y valores, a los que usted ha renunciado, no conoce o no quiere hacerlo.
Usted persigue el mal y está equivocado. Hay que trabajar y perseguir siempre el bien. Seguro que es lo que le han enseñado siempre, desde muy pequeño. Usted traiciona también a quienes se lo enseñaron. ¿Se da cuenta?. Consulte su conciencia y escuche la voz del bien. Otro camino es de muy corto recorrido, y de muy mal ejemplo para todas las personas que le rodean, e inadmisible para España.
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