Urcacyl cierra el año reivindicando el lado más humano y solidario de las cooperativas frente a la pandemia

Se acaba el año y es tiempo de balance de lo que ha sido 2020 para olvidar. Las cooperativas asociadas a Urcacyl se reunían este miércoles de forma virtual con su presidente Fernando Antúnez y con el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, para repasar lo que ha sido este año que termina marcado por la crisis sanitaria del coronavirus y avanzar algunas líneas de trabajo de cara al 2021.

Un brindis telemático debido a la circunstancias en el que Antúnez tendía su copa para pedir salud y buenas cosechas el año que viene. Si bien, antes había reivindicado en su intervención el buen hacer de los cooperativistas ante esta pandemia pero, sobre todo, que hayan mostrado una vez más su lado más humano y solidario durante estos meses de alerta sanitaria.

Y especialmente al principio, cuando peor estaban las cosas y los españoles estaban confinados en sus casas sin poder salir “garantizando los alimentos y el abastecimiento, cediendo inicialmente EPIS a las administraciones para sus sanitarios, haciendo labores de desinfección en los pueblos y prodigándose también las donaciones a Cáritas, Bancos de alimentos y a otras instituciones”.

“Las cooperativas y sus socios agricultores y ganaderos durante todo el año no pararon, garantizaron sus materias primas y productos terminados a la industria y a la distribución, para que pudieran llegar en condiciones óptimas a los consumidores”, apuntaba Antúnez.

Respecto a la actividad de Urcacyl, el presidente de las cooperativas regionales recordaba que hasta el mes de marzo, en que se paralizó todo tipo de actividad de carácter presencial, desde la Unión Regional de Cooperativas apenas se pudieron desarrollar cinco de las 24 jornadas de puertas abiertas previstas en las cooperativas, de celebrar un seminario de la PAC con las mismas, de tener un curso de tres días con jóvenes cooperativistas, de compartir una jornada con los integrantes de la Comisión de Agricultura en las Cortes y de realizar algunas otras actividades.

Además, explicaba que al gran pesar por el fallecimiento, el ingreso hospitalario y el contagio de muchos seres queridos y amigos, se unieron los problemas en las ventas de aquellos productos que dependían en mayor medida del canal Horeca, especialmente las del sector cárnico y del vino.

“Urcacyl y sus cooperativas tuvieron que reinventarse y variar las formas de actuar. Empezaron a cobrar protagonismo entre sus técnicos el teletrabajo, se prodigaron las videoconferencias y las webinar, y muchas de sus empresas iniciaron o reforzaron las ventas on line. Además, se prodigaron lasas labores informativas y la asiduidad y presencia en redes sociales”, aseguraba.

Asimismo, ponía en valor la interlocución “muy fluida” con la administración mediante videoconferencias frecuentes en las que se solicitaron ayudas para los sectores más perjudicados, se transmitieron los problemas de movilidad, las necesidades de mano de obra, la necesidad de esquiladores, los cambios en las normativas de celebración de las Asambleas Generales y otros contratiempos que iban apareciendo.

“En definitiva, un año difícil y para olvidar, pero también un año en el que se ha contado con el apoyo de las Cajas Rurales y de muchas instituciones y en el que se han aprendido muchas lecciones y se ha visto de forma palpable la responsabilidad social de las Cooperativas”, finalizaba.

Cambiar la imagen del sector agrario

Por su parte el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, deseaba salud a todos los cooperativistas y les agradecía el esfuerzo, la dedicación y el coraje como sector agroalimentario y productor.

También animaba a seguir atrayendo jóvenes a la agricultura a través del cooperativismo, felicitaba a Urcacyl por el trabajo desarrollado y manifestaba su deseo de cambiar el discurso con respecto a la imagen del sector.