Sociedad

Isabel Blanco reforzará su apuesta por la asistencia personal y la seguridad de las personas con discapacidad

Así lo asegura la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades durante la presentación de un manual elaborado por Predif

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, presenta el manual junto a Francisco Sardón, de Predif; e Ismael Pérez, de la ONCE
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, presenta el manual junto a Francisco Sardón, de Predif; e Ismael Pérez, de la ONCEmir_ical

La Junta de Castilla y León reforzará la asistencia personal y la seguridad de las personas con discapacidad. Así lo anunció la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, durante la presentación del Manual de actuación y prevención de la Covid-19 en asistencia personal de Predif Castilla y León

En este sentido, recordó la apuesta del Gobierno regional por la asistencia personal después de que las prestaciones por esta figura se hayan incrementado un 25 por ciento en el último año y medio, desde que se inició la actual legislatura. En la actualidad, hay 1.337 prestaciones en la Comunidad, lo que permite situar a Castilla y León en segundo lugar a nivel nacional en asistencia personal, solo por detrás del País Vasco.

Isabel Blanco precisó que los Presupuestos de la Comunidad para 2021 contemplan una partida de medio millón de euros para mejorar la formación del asistente personal. Y es que la consejera puso en valor esta figura que, recordó, no es un cuidador de ayuda a domicilio ni la persona que ayuda en las tareas del hogar.

“Es el profesional que te acompaña día a día para que la persona con discapacidad pueda realizar la vida que desea y los proyectos que lleva a cabo. Que te ayude a superar esos retos a los que se enfrenta, como individuo y persona”, añadió.

Además, la responsable regional de la cartera de Familia e Igualdad de Oportunidades ofreció el dato de que un ocho por ciento de las cerca de 1.400 prestaciones de asistente personal en la Comunidad corresponde a menores de entre 4 y 17 años. De esta manera, esta figura permite a esos niños y adolescentes desarrollarse en su vida.

La consejera destacó la apuesta “clara”, desde el principio, de la Junta con la asistencia personal. En este sentido, señaló que Castilla y León fue la primera comunidad que puso en marcha, en colaboración con Predif, un pilotaje para llevar esta figura a once zonas rurales. “Nuestro compromiso, de cara al 2021, es incrementar el dinero, hasta medio millón de euros, que se destina para la formación de esos asistentes personales”, expuso.

Además, señaló que la asistencia personal es un nicho de empleo para las personas con discapacidad, por que ellos mismos pueden desarrollar esa figura y ayudar a otros individuos.

Isabel Blanco resaltó la importancia de presentar este manual de actuación y prevención contra el COVID-19, “hoy más que nunca”. No en vano, consideró que ahora arranca la campaña de vacunación contra el coronavirus, lo que supone un “hito” al suponer el “principio del fin”, sin olvidarse de que no cabe la “relajación” porque la pandemia y el virus siguen muy presentes.

“No hay que bajar la guardia y es necesario extremar todas las precauciones, por lo que es fundamental recordar a los asistentes personales y las personas con discapacidad lo que tienen que hacer para protegerse”, subrayó la consejera.

Por su parte, el presidente de Predif, Francisco Sardón, señaló que el manual busca ser una herramienta para que los asistentes personales puedan desempeñar su trabajo lo más seguro para ellos y para las personas con discapacidad. Acompañado del delegado territorial de la ONCE en Castilla y León, Ismael Pérez, afirmó que durante los meses de la pandemia muchas personas dependientes solo tuvieron contacto con estos profesionales. “Vimos la importancia de esta figura para las personas que quieren seguir en sus hogares”, declaró.

Isabel Blanco aprovechó su asistencia al acto de Predif, que tuvo lugar en la sede de Aspaym Castilla y León, para agradecer el trabajo “intenso y callado” de las entidades del tercer sector que trabajan con el colectivo de la discapacidad.