Tribunales

Dos años y nueve meses de cárcel por agredir con una navaja en Segovia

El suceso se produjo en un altercado en el centro de la ciudad donde opuso resistencia cuando la Policía trataba de detenerlo

Audiencia de Segovia
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La Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a un hombre a dos años y nueve meses de prisión por atacar a otro con una navaja durante un altercado en el centro de Segovia en agosto de 2019 y ofrecer resistencia cuando la Policía trataba de detenerlo.

El condenado, H.H.M., que tiene 42 años y se encuentra en prisión desde que se produjeron los hechos, es considerado responsable de un delito de lesiones y otro de resistencia a la autoridad.

Su pareja sentimental en aquel momento, A.M.C., de 46 años, también participó junto a él de la agresión, y ha sido condenada a una multa de treinta días con una cuota diaria de 3 euros por un delito leve de lesiones, pena con la que ya mostró su conformidad.

En la sentencia, remitida este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Sala considera probado que el día 19 de agosto de 2019, ambos iban caminando por el centro de Segovia cuando llegaron a la altura de la terraza de un bar, donde estaba sentado un conocido de ambos, que escupió al suelo.

El acusado le pidió explicaciones sobre este gesto y la discusión derivó en un altercado en el que H. H. M. empujó a su interlocutor, que cayó encima de una mujer que estaba tomando algo con unos amigos, uno de los cuales se levantó para auxiliarla y separarla de los contendientes, para lo que empujó al acusado.

Cuando la situación se había calmado y los acusados abandonaban el lugar”, según reza la sentencia, el condenado volvió y le dijo al que le había empujado: “Me he quedado con tu cara” y “Te voy a matar” mientras corría con una navaja de ocho centímetros en la mano.

Cuando alcanzó a la víctima, intentó clavarle el arma en la cabeza y en el cuerpo mientras este se protegía y llegó a propinarle un corte en el tríceps del brazo derecho.

Por su parte, A.M.C. y arrojó platos y vasos contra el resto de personas y agarró a la mujer y la tiró del pelo, le propinó patadas y puñetazos, antes de abandonar los dos la escena.

Cuando fueron interceptados, agentes de la Policía Nacional trataron de detener al agresor, pero este ofreció resistencia e intentó zafarse en todo momento, por lo que tuvo que ser reducido en el suelo hasta que le colocaron los grilletes.

La víctima sufrió como consecuencia una herida de seis centímetros en el brazo derecho que necesitó una operación, una herida superficial en la mano y un eritema en el antebrazo.

La Sala ha rechazado que los hechos sean constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa, como así lo pedía el Ministerio Fiscal, porque las lesiones son superficiales, las amenazas fueron proferidas en un momento de “ofuscación” y la navaja no es un arma que, por sus dimensiones, resulte “idónea” para tal efecto.

También ha negado que se trate de un delito de atentado a la autoridad, como también pedía el fiscal, sino que considera que se trata de uno de “resistencia” porque la actitud del condenado no fue de especial gravedad y se limitó a intentar evitar la detención y no a agredir a los policías.