Viticultura
Bodegas y Viñedos “La Mejorada” sigue con su apuesta por la calidad con el vino “Palomar de la Reina”
El último lanzamiento de la bodega de Olmedo (Valladolid) es un tinto que honra los principios de la viticultura orgánica y la vinificación con tiempo y sin prisas
Bodegas y Viñedos “La Mejorada” sigue con su clara apuesta por la calidad con su nueva propuesta “Palomar de la Reina”. Situada en el antiguo monasterio Jerónimo de La Mejorada del SXV, en la localidad vallisoletana de Olmedo, esta bodega, que pertenece al arquitecto Rafael Moneo y a su familia, produce vinos tintos bajo la IGP Vinos de Castilla y León, elaborados con extremo cuidado por su equipo de enólogos y técnicos.
Ahora a esa familia se añade su nuevo producto “Palomar de la Reina”, que muestra la pasión por los vinos de calidad hechos a partir de viñedos saludables, así como los sólidos valores ambientales que defienden. Fuentes de la compañía destacan a LA RAZÓN que “los principios de la viticultura orgánica permiten crear el mejor ambiente para las vides que se desarrollan”.
Y es que, añaden, el objetivo que se marca el equipo técnico de la bodega “es disponer cada temporada de vides y suelos ricos que proporcionen una fruta excepcional. Con la premisa de que la paciencia es absolutamente esencial para el terruño, el tiempo es la herramienta más importante de vinificación de Palomar de la Reina, y el que nos lleva a vivir dentro del paisaje que nos rodea, no superponiéndonos a él. Con cautela y sin prisas nacen los grandes vinos, simplemente guiando suavemente los procesos naturales. Con Palomar de la Reina se alcanza el verdadero sentido de la frase: El vino se hace en la viña”, resaltan.
La selección final de la uva de Palomar de la Reina tuvo lugar una semana antes de la cosecha, seleccionando cepas y racimos de diferentes bloques de la parcela que rodea el Palomar que la Reina Isabel I de Castilla donó a La Mejorada como agradecimiento por las ocasiones en las que había sido hospedada allí por los monjes Jerónimos.
Este nuevo vino procede de una parcela que cuenta con viñedos de uvas Syrah, plantados a 750 metros de altura, en suelo arenoso y silíceo. La vendimia se realizó de forma manual en tres días separados entre sí por otros tres más. En la elaboración de Palomar de la Reina se usaron levaduras indígenas con dos remontados al día antes de que comenzase la fermentación alcohólica, con el objetivo de extraer de los hollejos de las uvas color y aromas, minerales y taninos. La fermentación maloláctica tuvo lugar en barricas de roble francés, 35 por ciento de ellas nuevas.
El primer trasiego se produjo una vez finalizada dicha fermentación y un segundo trasiego 12 meses después. Las barricas se mantuvieron llenas regularmente y se almacenaron en condiciones frescas para lograr una buena conservación durante los 20 meses en los que el vino permaneció en éstas. Ahora, tras un apasionante proceso vinícola, llega el momento en el que es posible probarlo y disfrutarlo.
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