La alcaldesa socialista de Mucientes denunciada por disfrutar del sábado en el interior de un bar

Reza el sabio refranero popular que “Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga”. Pues este mensaje bien podía acoplarse a lo ocurrido este pasado sábado en la pequeña localidad vallisoletana de Mucientes, de apenas seiscientos y pico habitantes pero muy conocida en la provincia por sus famosos vinos claretes y rosados de la D.O. Cigales, y concretamente en el Bar Los Arcos del municipio,donde entró la Guardia Civil porque intuyó que ocurría algo en su interior ya que se notaba que había movimiento.

Pero lo que no imaginaban seguramente los agentes que accedieron al establecimiento hostelero era que dentro se encontraba Emilia Centeno, la alcaldesa socialista de Mucientes junto a otras cinco personasdisfrutando del sábado, cuando las medidas de restricción establecidas por el Gobierno autonómico prohíben en estos momentos y hasta el 9 de marzo mínimo tras la última ampliación poder consumir en el interior de los bares y restaurantes.

De hecho, solo se permite en terrazas y hasta las ocho de la tarde, aunque a partir de este viernes se elevará la hora de entrada del último cliente hasta las nueve y media, para intentar contener la expansión de un virus que, pese a la mejoría de las últimas semanas, sigue desbocado en Castilla y León y dejando tras de sí un reguero de muertos y cientos de contagios diarios.

La Guardia Civil identificaba a la alcaldesa y a las otras cinco personas y tramitaba la correspondiente denuncia, y levantaba acta también al propietario del Bar Los Arcos por haber permitido que dichas personas se encontraran dentro y consumiendo cuando en estos momentos la Ley lo impide.

En el PP de la localidad han mostrado su malestar e indignación por estos hechos, ya que consideran que con la que está cayendo y con lo que está sufriendo la gente y se está aguantando no es de recibo que la primera ciudadana de Mucientes no predique con el ejemplo.

Por ello, los populares han pedido su dimisión como alcaldesa. “Con esta actitud posee escasa autoridad moral para solicitar a los ciudadanos justamente que no lo hagan. En este tiempo duro en el que nos encontramos por la situación en las UVIs, por las restricciones de los contactos, por la pérdida de empleos, una representante pública debe ejercitar con especial pulcritud la ejemplaridad. Ninguna otra actitud es comprensible”, denuncian en el PP.

“Vacunajetas”

Llueve sobre mojado en el PSOE de Castilla y León en esta pandemia, partido en el que han saltado varios casos de alcaldes y concejales que defienden las siglas socialistasque se han saltado el turno de vacunación, como por ejemplo el de la localidad vallisoletana de Villavicencio, de apenas 240 habitantes y situada al norte de la provincia en plena comarca de Tierra de Campos, donde se han registrado vacunaciones irregulares en la residencia del municipio, entre ellos al alcalde Alberto de Paz y dos concejales socialistas, uyas tres mujeres son primas carnales, y que la Junta está investigando.

También el alcalde de la localidad soriana de Matamala de Almazán, de 301 habitantes, el socialista Mariano Hernández engrosa la lista de “vacunajetas”. De hecho, se puso la primera dosis de la vacuna de Pfizer, al igual que la secretaría municipal, según explicaba tras ser ofrecida esta posibilidad por la dirección de la residencia de mayores de la localidad, de titularidad municipal.

Un hecho que provocó que el PSOE de Castilla y León suspendiera de militancia y expedientara al regidor de Matamala de Almazán, aunque no pudo hacer lo propio con el de Villavicencio y los dos ediles, ya que Alberto de Paz, que lleva 32 años como alcalde, no pertenece al PSOE ni está afiliado aunque se presenta a las elecciones bajos estas siglas centenarias.