Coronavirus

Economía

La hostelería se une por el toque de queda a las doce

Nueva protesta por las calles de Valladolid de un sector que sigue agonizando y que clama por que las ayudas directas prometidas lleguen cuanto antes

Los hosteleros llevan un mes y diez días sin poder abrir el interior de sus establecimientos en esta tercera ola que parece no tener fin, después de haber tenido que cerrar por completo sus negocios hasta en dos ocasiones en el último año, primero por el confinamiento domiciliario en marzo, abril y mayo y, después,, ya en noviembre y hasta después del “Puente” de Diciembre cuando arreciaba la segunda ola.

Y no aguantan más.

Dos de cada diez bares o restaurantes han tenido que echar el candado para siempre de sus negocios y se estima que otro 30 por ciento más seguirá el mismo camino si las ayudas directas prometidas por el Gobierno central para empresarios y autónomos en crisis (11.000 millones de euros) y de la Junta de Castilla y León (50 millones de euros) no llegan cuanto antes.

De momento, el vicepresidente Francisco Igea, aseguraba esta semana que todos los que han solicitado las ayudas que cumplan los requisitos van a cobrar y anunciaba que la semana que viene empezarán a llegar a los bolsillos de los hosteleros el primer millón de euros de este paquete para alrededor de 400 solicitudes. O lo que es lo mismo, unos 2.350 euros por hostelero.

Pero mientras todo esto ocurre, los hosteleros de Valladolid han vuelto a salir a las calles de la ciudad para alzar nuevamente la voz y visibilizar la agónica y extrema situación que están atravesando para seguir metiendo presión y urgir a que estas ayudas lleguen cuanto antes. También para reclamar que se permita la apertura del interior de los establecimientos porque tienen claro que ellos no son la fuente de contagio.

Protesta de los hosteleros a su paso por la calle Santiago de Valladolid
Protesta de los hosteleros a su paso por la calle Santiago de ValladolidLa RazónLa Razón

Pero, también, para pedir a la Junta que el toque de queda se atrase a las doce de la noche, lo que supondrían dos horas más de lo que actualmente está establecido, que es entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y de esta forma “poder dar oxígeno al sector”, señalaba María José Hernández, presidenta de los hosteleros de Valladolid y Castilla y León.

De hecho, una de las numerosas pancartas que podían leerse en la protesta decía “Ayudas y compensaciones ya” así como tras que hacían nuevamente referencia a que los hosteleros no son los culpables de los contagios, pero que están pagando los platos rotos de una “nefasta gestión” de las administraciones.

Una reivindicación que llega justo en un día en el que los hosteleros podrán atender a su último cliente a las nueve y media de la noche, después de que el Gobierno que preside Fernández Mañueco haya levantado un poco la mano ante la mejora de la situación epidemiológica.

La convocatoria, realizada a nivel nacional por las plataformas ‘España de noche’ y ‘Somos ocio nocturno’ (SON), contaba con el respaldo de la patronal CEOE pero también de partidos políticos como Vox, que llevan tiempo pidiendo a las administraciones que dejen trabajar a los autónomos y hosteleros.

Un año poniendo dinero de su bolsillo

Por otro lado, desde Soria, el presidente de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo de Soria (Asohtur), Pablo Cabezón, ha avanzado este viernes que ha enviado una carta al jefe del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, en la que le recuerda los 335 millones de euros que la Junta ha recibido del fondo REACT-EU de la Unión Europea, para medidas de urgencia para reactivar la economía, mientras muchas empresas hosteleras están acabando en la ruina por sus restricciones.

Una misiva en que pide a la Junta de Castilla y León que actúe con la diligencia que requiere la situación y qu estos fondos lleguen cuanto antes a las empresas turísticas. “Todavía estemos a tiempo de salvar al sector”, escribe en la carta Cabezón.

“Las empresas de nuestro sector llevan mucho tiempo poniendo dinero de su bolsillo, asumiendo costes y sin poder trabajar cuando estamos a punto de cumplir un año de restricciones”, advierte el hostelero, quien insiste en pedir compensaciones por sus negocios. “Si se nos cierra, al menos que se nos compense económicamente para que podamos hibernar y mantener nuestras empresas y a nuestros empleados”, apunta.