Economía

La mayor caída económica de los últimos 80 años en Castilla y León

Fernández Carriedo estima que este 2021 se volverá a la senda del crecimiento pero no se compensará la pérdida del 7,9% del 2020

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, presenta la contabilidad regional
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, presenta la contabilidad regionalIcal

El peor dato económico de los últimos 80 años. Es el que ha vivido durante 2020 Castilla y León provocado por la pandemia y sus efectos derivados. Una caída del 7,9 por ciento, como ha señalado el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, al presentar la contabilidad regional.

Pero eso sí, de cara a este presente año, el consejero se ha mostrado optimista, ya que en el segundo trimestre se espera un incremento en la tasa interanual y que el año se cierre con un crecimiento, aunque no compensará lo perdido en el anterior, aunque ha rehusado hacer cualquier tipo de previsión.

Aunque la contracción de la economía regional ha sido menor que la media nacional, el segundo trimestre del año, con el confinamiento total, hizo que la caída llegara hasta el 18,7 por ciento, con datos mejores en los dos siguientes del -5,5 y del -4 por ciento.

Sólo el sector primario se salvó de estas caídas llegando incluso a crecer un 8,7 por ciento debido en especial al importante aumento de la producción agraria y por la producción ganadera. En el lado negativo se situó la industria con un decrecimiento del 6,9 por ciento, mientras que las ramas energéticas crecieron un 7,4 por ciento, y las ramas manufactureras cayeron un 8,2 por ciento.

El descenso más abrupto se vivió en el sector servicios con una caída del 8,3 por ciento. Ello provocó también que el consumo final descendiera un 6 por ciento, empujado por un menor gasto en el conjunto de los hogares peses al aumento de las Administraciones Públicas, debido en mayor medida a los gastos para hacer frente a la pandemia en servicios como la Sanidad o la Educación.

La inversión se contrajo en un 14,3 por ciento y la construcción también cayó un 16 por ciento, mientras que las exportaciones marcaron en positivo un 0,3 ciento. En término de empleo, se perdieron 50.000 puestos de trabajo.

Por otra parte, el consejero volvió a reclamar al Gobierno corregir los criterios de los fondos europeos al considerarlos “injustos”, aunque van a tener un “impacto relevante” en la economía española”. Además, ha lamentado la caída de ventas de automóviles en los dos primeros meses del año, algo que atribuyó a la subida del impuesto de matriculación. “No tiene sentido aplicarlo en un momento de crisis y cuando el sector se encuentra inmerso en un proceso de transformación y de desafío”.