8-M
Somos mujeres, nómbranos
En el Día Internacional de la Mujer, las mujeres con parálisis cerebral y otras discapacidades afines con grandes necesidades de apoyo hacen un llamamiento expreso a su reconocimiento como mujeres dentro de la esfera pública. Para ello aúnan sus voces entorno al eslogan “Somos mujeres, nómbranos”. El objetivo último es que la sociedad elimine los estereotipos y las vea y trate como mujeres, con independencia de su situación de pluridiscapacidad y grandes necesidades de apoyo.
“Por desgracia ven mi diversidad funcional y no mi condición de mujer”, asegura Rosa Belén Vizcaino Tomas, quien desde la muy temprana infancia ha sentido relegado su reconocimiento como mujer. “Tengo una prima sin discapacidad de mi edad a la que adoro y ella era la guapa”, ejemplifica la integrante de la Junta Directiva de una entidad ASPACE, para después asegurar que este hecho le condujo a la necesidad de expresar cierta rudeza tanto en el juego como en el carácter para evitar ser percibida como una “mujer débil”.
“La sociedad no te reconoce como mujer. Y en el entorno cercano todavía no se te reconoce plenamente como mujer. Siempre está la imagen de infantilización”, ahonda Cristina Martín de Francisco, psicóloga de profesión, quien asegura que, en experiencia propia, sigue enfrentando este estigma actualmente. “Cuando te presentas a gente que no te conoce de nada y les dices que eres psicóloga se quedan con una cara de ¿cómo?”, rememora la escritora y activista para después ironizar diciendo “pues estudiando”.
Percibidas como cargas y niñas eternas
Ese no reconocimiento como mujer se ha hecho evidente para Rosa ahora más que nunca. “Veo que los chicos (los amigos de mis hermanos) solo me ven como a alguien a quién cuidar”, cuenta de forma resignada. Sin duda la percepción como una carga o la idea de personas asexuadas continúa presente en el imaginario social, impidiendo que ellas también sean reconocidas y tratadas como mujeres. “No se nos ve como personas deseables. Seguimos siendo niñas”, asiente Cristina, quien asegura que este hecho influye notablemente en la autopercepción propia para dar lugar a un círculo vicioso difícil de romper. “Si el resto de la sociedad no te ve así, te cuesta reconocerte como tal. Y si no te reconoces como tal no puedes exigir a la sociedad que así sea”, explica la psicóloga.
La especial vulnerabilidad de las mujeres con parálisis cerebral usuarias de SAAC o discapacidad intelectual asociada
La situación, según ambas mujeres, se agudiza aún más para sus compañeras. Así y, aunque ambas presentan grandes necesidades de apoyo a nivel físico y, en el caso de Rosa también a nivel comunicacional, la situación es todavía peor para las mujeres con parálisis cerebral y discapacidad intelectual asociada. “Yo creo que en la imagen social influye mucho si tenemos capacidad cognitiva o no. Si no tienen capacidad cognitiva la idea de que son niñas eternas permanece todavía mucho más en el tiempo o incluso no desaparece”, apunta Martín de Francisco. La misma opinión comparte Vizcaíno Tomas, quien además enfatiza la necesidad de desvincular la parálisis cerebral de la discapacidad intelectual. “Tengo que demostrar que no soy tonta”, denuncia bajo una mezcla de hartazgo y demanda de cambio.
Y es que para las mujeres con parálisis cerebral resulta indispensable reconocer la heterogeneidad de perfiles. El 50% de las mujeres con parálisis cerebral presenta discapacidad intelectual asociada, pero el otro 50% mantiene su capacidad cognitiva plena. La parálisis cerebral es una pluridiscapacidad de base física, que como
elemento común supone una afectación de la movilidad y del tono muscular, pero a la que se le pueden asociar otras situaciones. Por ejemplo, la discriminación social vivenciada por las mujeres con parálisis cerebral usuarias de Sistemas Alternativos y Aumentativos de la Comunicación (SAAC). “No tienen tan fácil alzar la voz como el resto de mujeres”, manifiesta Martín de Francisco, para asegurar que “en el caso de las mujeres con SAAC se necesita simplemente más tiempo y espacio para que puedan desenvolverse como una más”.
Ese es uno de sus objetivos para este 8-M 2021. Tanto Rosa como Cristina tienen claro que alcanzar el pleno reconocimiento como mujeres pasa por la sensibilización social. “La solución está en impartir charlas y en convivir con la gente”, apunta Vizcaíno Tomás. Una afirmación que comparte Martín de Francisco para quien es necesario dar a conocer y visibilizar a todas las mujeres sin distinción.
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