Sociedad

La llama comunera, muy presente hoy en Castilla y León

El presidente Fernández Mañueco reivindica la apuesta de la Junta por equidad fiscal, el buen Gobierno o el servicio a las personas que ya perseguía hace 500 años el movimiento comunero

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de las Cortes y de la Fundación de Castilla y León, Luis Fuentes, y el profesor Salvador Rus, comisario de los actos del V centenario de los Comuneros, en lainauguración del congreso
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el presidente de las Cortes y de la Fundación de Castilla y León, Luis Fuentes, y el profesor Salvador Rus, comisario de los actos del V centenario de los Comuneros, en lainauguración del congresoEduardo MargaretoAgencia ICAL

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha intervenido este miércoles en la inauguración del Congreso “El tiempo de la libertad: Comuneros V Centenario”, celebrado en la sede del Parlamento autonómico, donde destacaba la “plena vigencia” de los ideales que motivaron el movimiento comunero hace 500 años, y aseguraba que esta llama “sigue muy viva” además de proyectarse hasta nuestros días.

En este sentido, se refería a que la apuesta por la equidad fiscal, el buen gobierno o el servicio a las personas del Gobierno regional era algo que ya perseguían los comuneros hace quinientos años, cuando se defendía el “encabezamiento”, donde cotizaba todo hijo del Reino, desde el más rico al más pobre, en función de sus rentas. “Un principio que aplicamos en Castilla y León: Impuestos justos y bajos” y una política fiscal “justa y moderada”, señalaba, mientras recordaba que la insurrección comunera arranca de la propuesta de más impuestos por parte del régimen de Carlos V y de una defensa de la equidad fiscal por parte de los comuneros.

Además, el presidente apuntaba que en aquella época se idearon planes adelantados a su tiempo, e incluso supusieron un primer ensayo de las modernas constituciones. “Estabilidad y permanencia son predicables también para nuestra Constitución, que nunca debe ser objeto de almoneda política”, apuntaba Fernández Mañueco.

“El movimiento comunero es pasado pero también futuro de Castilla y León”, insistía el presidente, para quien los comuneros se caracterizaron por “un profundo amor a su tierra” y por el bien público.

“Dicho amor a la tierra -`proseguía- se ha visto en el sacrificio de los actuales castellanos y leoneses para superar la pandemia de coronavirus”.

“Lucharon y muchos murieron, perdieron la batalla pero triunfaron en la historia”, decía de los comuneros, no sin antes advertir de que este movimiento tampoco es ajeno del uso político o doctrinal con que a veces se utiliza la Historia en España, de ahí que haya sido considerado por algunos historiadores y expertos desde un peligro para la unidad de España hasta la primera revolución moderna.

Transparencia como bandera

De lo que “nos enseña la gesta comunera”, se detuvo en el buen gobierno, en someterse a límites y controles, como aseguraba que hace su Gobierno al contar con la transparencia como bandera, así como en el servicio a las personas, en ofrecer alternativas a todos los grupos de la sociedad o en potenciar el diálogo y la participación.

En este punto, se refería a las palabras del almirante de Castilla de aquella época en las que indicó que este movimiento “previene lo peligroso que es reinar con temor” y miró el presidente a superar posiciones encontradas y avanzar en un proyecto compartido y común para Castilla y León. “Lo hemos hecho, y lo volveremos a hacer”, destacaba.

La apuesta y reivindicación de las clases productivas, actuales clases medias, o el germen de modernidad de sus ideales y reivindicaciones también citaba el presidente de la Junta.

Por todo ello, concluía que “la llama comunera pervive” en la Castilla y León del siglo XXI y que sus promotores “triunfaron en la historia”, ya que sus ideales se han recogido en el liberalismo, republicanismo o la transición española.

“El movimiento comunero representa un modelo de como podemos ser capaces de superar posiciones enfrentadas y avanzar juntos”, apuntaba, a la vez que confiaba en que los trabajos de este congreso aporten “rigor, objetividad y sosiego” para comprender mejor el legado del movimiento comunero.