Castilla y León sigue por buen camino pero “lejos” de la anhelada normalidad, según Casado

Castilla y León sigue por buen camino en su lucha contra el coronavirus y suma su quinta semana de descenso continuado, aunque lento y discreto. Actualmente, la Comunidad se encuentra en riesgo medio aunque hay alguna provincia como Burgos, Salamanca o Valladolid en riesgo alto, pero la situación sigue mejorando cada día que pasa en general.

De hecho, la incidencia acumulada a catorce días es de 135 casos por cada cien mil habitantes, con una tendencia al descenso

Si bien, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, advierte de que el virus sigue ahí contagiando, -este miércoles la Región anota 306 nuevos contagios, cifras muy similares a las de hace una semana donde hubo 294 positivos, que elevan a 232.717 el total en pandemia-, y que la ocupación de enfermos covid en las unidades de cuidados intensivos (UCI) sigue siendo elevada (112) por los 172 ingresados en planta, y que por ello la normalidad que la sociedad anhela “aún queda muy lejos”. De hecho, para la consejera los 306 infectados de este miércoles “siguen siendo muchos” alejados de los niveles que se consideran como aceptables, algo que “no le gusta nada”.

Los brotes activos bajan en uno respecto al martes hasta los 312, con 1.779 personas implicadas en alguno de ellos, con Burgos como la provincia con más afectados (460) en los 58 focos que tiene abiertos.

Las buenas noticias llegan también de las 33 altas hospitalarias que se han dado en las últimas 24 horas y que elevan a 29.859 el número total de personas que han superado la enfermedad en Castilla y León desde marzo del pasado año.

Por el contrario, el miércoles deja otros dos fallecidos por covid en los hospitales de la Comunidad (uno en Burgos y otro en Segovia) que dejan en 5.741 el número de personas que se han ido de este mundo en los centros hospitalarios por esta enfermedad.

A esta cifra habría que sumar los 1.145 usuarios de residencias que perdieron la vida en el centro donde vivían y las 1.105 personas que murieron con síntomas compatibles con la enfermedad, pero a las que no hicieron una prueba PCR que lo hubiera confirmado oficialmente.

“Vamos bien y avanzamos hacia niveles medio, pero no debemos relajarnos”, insistía Casado.

En cuanto a la campaña de vacunación, la consejera avanzaba que ya hay más de 1,4 millones de personas de esta Comunidad a las que se ha administrado al menos una dosis, mientras que 539.795 castellanos y leoneses han recibido ya la pauta completa.

Además, el 96 por ciento de la población de más de 60 años ya ha sido inmunizada con al menos un suero, mientras que el 56,5 por ciento ha recibido los dos pinchazos. Casado destacaba también que más del 70 por ciento de los ciudadanos de más de 70 años están inmunizados, un porcentaje que se eleva a casi el cien por cien en el caso de los de más de 80 años.

Atención Primaria presencial y a demanda

Y coincidiendo con el Día Internacional del Médico de Familia, la consejera presentaba el nuevo sistema para mejorar la canalización de las citas a demanda en Atención Primaria a través de las unidades administrativas y de los sistemas de citación por canales automáticos (app Sacyl Conecta, cita previa web en el Portal de Salud o llamadas para cita automatizada interactiva).

“Queremos optimizar la accesibilidad a las consultas y ofrecer por tanto una mejor atención a los ciudadanos que solicitan ver tanto al profesional de Medicina de Familia como al de Enfermería, Pediatría, Fisioterapia o Matronas”, apuntaba Casado, quien avanzaba que se trabaja en la modernización de la organización para hacerla más resolutiva y eficaz.

La consejera reivindicaba el papel de la Atención Primaria como eje central del sistema sanitario, “porque en su opinión ha amortiguado el impacto del coronavirus sobre la atención hospitalaria, al tiempo que ha continuado atendiendo otros problemas de salud”

En este sentido, y ante las críticas que sigue vertiendo el PSOE, Casado rechazaba que se haya dejado de hacerse atención presencial en ningún momento. “Ni en los más duros ni en las desescaladas, siempre con el filtro previo, como parece lógico, de una consulta previa telefónica para que el profesional pudiera valorar cada caso antes de citar al paciente”, señalaba.

Casado subrayaba que la cita previa se abrirá a la presencialidad a demanda, pero organizando mejor las agendas para que todo sea más ordenado, y poder blindar así el tiempo de atención profesional para ser más resolutivos y eficaces. En este sentido, insistía en la importancia de que lo que pueda resolver un administrativo no lo haga una enfermera, y lo que pueda gestionar una enfermera no lo haga un médico.

En resumen, se pretende ofertar la posibilidad de que el paciente exprese su preferencia por la atención presencial o no presencial cuando solicita consulta a demanda. Esta oferta se hará teniendo en cuenta que el aforo de los centros debe estar limitado, para lo cual solo podrán ocuparse con citas presenciales un máximo del 50 % de los huecos ofertados a demanda en la agenda, y se alternarán los tipos de cita para que no haya dos consultas presenciales consecutivas.

Además de la parte de la agenda que se ofrezca a demanda del paciente, cada profesional repartirá el resto de su jornada laboral, como se ha hecho siempre, entre consultas concertadas (programadas), domicilios, actividades docentes e investigadoras y reuniones de equipo.