Sociedad
San Marcos homenajea a los presos franquistas
El Parador leonés acoge un acto en el que participa el último superviviente de ellos, Josep Sala, de 102 años, quien advierte que una guerra civil “es lo peor que le puede pasar a un país”
Paradores de Turismo rinde homenaje en León a los casi 21.000 presos franquistas que fueron encerrados durante la Guerra Civil en el actual Hostal de San Marcos.
El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el premio Cervantes Antonio Gamoneda; y el alcalde de León, José Antonio Diez, entre otras autoridades y personalidades, participaban en este acto que se llevaba a cabo con intención de “saldar deudas” con la historia del emblemático establecimiento de la red, y en la figura de Josep Sala, que a sus 102 años, es el último prisionero superviviente.
Este hombre, que era sanitario y no pegó “ni un tiro en el frente”, cerraba el acato donde tenía unas palabras de recuerdo a todos aquellos que, con él, “pasaron muchas calamidades” y con quienes sufrió “unos pasos tremendos de sangre, sudor y lágrimas”. Además, Sala enviaba un mensaje a “la gente joven y las generaciones venideras” para que “se salgan de las guerras, que no llevan a ningún sitio”. Y, “emocionado” y “agradecido”, apuntaba, contundente, que una guerra civil “es lo peor que le puede pasar a un país”, mientras pedía a los dirigentes “sin rencor y mirando al futuro” que tengan “cordura y sensatez” para evitar un nuevo conflicto en el futuro.
Tras pasar cuatro meses preso en San Marcos, como otros miles de prisioneros del bando republicano, fue obligado a enrolarse en las filas del ejército franquista y destinado a La Coruña antes de pasar cuatro años en África antes de que lo licenciaran en 1944.
“En San Marcos se exterminó de forma selectiva, se torturó y se castigó a miles de personas todas ellas sin haber sido sometidas a juicio”, aseguraba, por su parte, el periodista e historiador Carlos Hernández, especialista en los campos de concentración del franquismo, quien confiaba en que con este homenaje la democracia “corrija una página de la historia de España muy desconocida fuera de León”.
Zapatero, por su parte, parafraseaba a Gamoneda para decir que “una patria es un país sin justicia” y abogar por “hacer una patria definitiva”, para lo que “se necesita la justicia de la memoria” y no “fragmentos de la misma”, sino “una memoria completa que costará generaciones construir”.
El ex presidente hacía alusión al “derecho a la memoria personal, un derecho fundamental”, que “conforma la memoria democrática que se expresa en San Marcos”, donde se paró a pensar en “qué sentirían y pensarían” lo más de 20.000 presos que estuvieron en el edificio y que “fueron olvidados y vilipendiados durante décadas”.
Un derecho a la memoria personal ante la que José Luis Rodríguez Zapatero lamentaba que la sociedad “no reparase en que existieron cientos de campos de concentración”, donde hubo “personas que estuvieron presar, que fueron fusiladas o que simplemente desaparecieron”. Entre esta personas que se encontró su abuelo entre julio y agosto de 1936, “para ser fusilado a los 43 años en Puente Castro”, tras lo que dejó por escrito que “moría inocente y perdonaba”, de igual manera que pidió a su esposa e hijos que perdonasen también, porque “su único credo consistía en un ansia infinita de paz”.
El presidente de Paradores de Turismo, Óscar López, agradecía la asistencia al acto del último superviviente, Josep Sala, así como de su familia, en nombre de quien se homenajeó “los miles como él que vivieron lo que vivieron en estas cuatro paredes”, y ponía en valor la España de hoy”, para ver que “ha cambiado mucho” y que las dependencias de San Marcos “se dedican a que la gente conozca la historia”, que “en Paradores no se oculta”.
Por este motivo, por no ocultar la historia que tiene San Marcos, “no toda ella positiva”, explicaba que Paradores ha preparado un ‘podcast’ y colocará unas placas conmemorativas que “cuentan, con toda transparencia, la historia” del Hostal.
Luis García Montero se refería a la democracia como “una manera de entender el orden al servicio de la convivencia y la hospitalidad y no al servicio de la represión” en un edificio que “tiene momentos bellísimos en la literatura, pero también muy tristes”, y, haciendo suyo el famoso verso de Luis Cernuda “Recuérdalo tú y recuérdalo a otros” de su poema “1936”, incidía en la necesidad de “seguir construyendo una democracia basada en la Justicia”.
El conjunto que hoy se conoce como parador de San Marcos surge como hospedería de la Orden de Santiago, ya que León en aquel momento era uno de los puntos “fundamentales” del Camino de Santiago, con la construcción de la iglesia, de estilo gótico “deformado, no en el sentido negativo, sino en sentido arquitectónico”.
San Marcos también ha sido Instituto de Segunda Enseñanza, Casa de Misioneros, escuela de Veterinaria, hospital penitenciario, cuadra de sementales, casa de los Padres Escolapios, Oficina del Estado Mayor del Séptimo Cuerpo del Ejército, cuartel de Caballería, sede de la Diputación, Diócesis y Ministerio de Guerra.
Ya en la década de los sesenta del pasado siglo, el ministro Manuel Fraga Iribarne, de origen gallego pero casado con una leonesa, Carmen Estévez Eguiagaray, convirtió la sede gubernamental de San Marcos en Parador de Turismo.
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