Enoturismo
Valle del Duero: Pasión por el vino y la buena mesa en torno a la Milla de Oro ribereña
Las bodegas Pago de Carraovejas, Abadía Retuerta y Arzuaga apuestan por crear destino turístico a través de sus restaurantes Ambivium, Refectorio, Taller Arzuaga, los tres con Estrella Michelin
Las bodegas Abadía Retuerta, Arzuaga y Pago de Carraovejas, cuyos restaurantes Refectorio, Taller Arzuaga y Ambivium, respectivamente, presumen y lucen con orgullo una estrella Michelin cada uno, se han unido para crear “N-122 Valle del Duero”, un proyecto precursor del turismo enogastronómico en España con el vino y la buena mesa como protagonistas.
Tras bodegas situadas en torno a la Milla de Oro, desde Sardón de Duero a Peñafiel junto al gran río que nos une con Portugal, que han logrado no solo que sus vinos sean el referente de un estilo de vida, sino también que sus restaurantes sean en sí mismos un destino soñado. Una experiencia única, de gran riqueza cultural y en un enclave privilegiado. La excusa perfecta para recorrer los secretos de la N-122.
Las tres bodegas se han unido en esta iniciativa dirigida al turismo nacional e internacional y que ha surgido como respuesta a la dureza de una pandemia que ha castigado profundamente y con crueldad a la hostelería, y no solo a los negocios en sí, sino, sobre todo, al modo de vida de sus propietarios y familias.
“Han sido meses terribles en los que la pandemia, además de golpear nuestras vidas, impactó contra el turismo y la gastronomía de una manera nunca imaginada”, apuntan los responsables de este proyecto, entre los que se encuentraPedro Ruiz, CEO de Alma Carraovejas.
Emprendedores que quieren ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío y que tienen claro que si algo bueno se puede extraer de lo vivido durante esta crisis sanitaria sin precedentes, es que en este tiempo han aprendido que ayudándose saldrán más fortalecidos. “Juntos seremos más fuertes. Y eso hemos hecho nosotros”, añaden.
De hecho, el objetivo de esta iniciativa es crear un destino único y al nivel de otros de renombre internacional en los que el hedonismo, la cultura y el paisaje fortalecen su pasión común por el vino y los productos agroalimentarios de la zona que suma además cultura y paisaje como los grandes pilares de “N-122 Valle del Duero”.
Un proyecto ambicioso y a largo plazo que responde además al previsible incremento de la demanda del turismo de lujo y experiencial, pero también de “los viajes de proximidad, el turismo rural y la sostenibilidad.
La ruta propone descubrir las cocinas de Cristóbal Muñoz (Ambivium), Víctor Gutiérrez (Taller Arzuaga) y Marc Segarra (Refectorio), los tres con una estrella Michelin, y disfrutar además de los maridajes que se proponen en estos restaurantes así como de las experiencias de conocer sus bodegas
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