Memoria histórica
Igea: “Debemos recuperar la dignidad de los asesinados por sus ideas para que no vuelva a suceder”
El vicepresidente asegura que la contribución de la Junta de Castilla y León con la memoria histórica ”es un asunto de justicia elemental”
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, es partidario de “preservar la memoria, la historia de lo ocurrido” con las personas que fueron asesinadas “de manera cruel” por sus ideas y convicciones, para que no vuelva a suceder en el futuro.
”Lo que hoy vemos en otras partes del mundo no está muy lejos de lo que aquí sucedió, una cosa terrible”, decía este miércoles el también portavoz de la Junta en referencia a lo ocurrido en Afganistán estos días, tras su visita a los trabajos de exhumación de 63 represaliados que ha recuperado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Valladolid en las bodegas “Los Alfredos” y en un pozo cercano, en el municipio vallisoletano de Medina del Campo.
El vicepresidente ha mencionado que es “estremecedor” visitar la zona de trabajo y conocer lo que ocurrió en ese mismo lugar, donde “se mataron decenas de personas por sus ideas, por sus convicciones, de una manera cruel”, informa Efe.
Como ejemplo, ha mencionado un apunte que le ha hecho el presidente de la asociación, Julio del Olmo, sobre uno de los cadáveres encontrados, un chico menor de edad que aún en enterramiento estaba abrazado a otra persona, posiblemente su padre. Igea se ha mostrado “orgulloso” del apoyo de la Junta a lo que considera que es una “justicia elemental”: “Ya es hora de que los nietos, los hijos, puedan enterrar dignamente a sus padres, a sus tíos, a sus ancestros. No se puede pedir menos que eso a una administración que recupera la dignidad de quienes fueron brutalmente asesinados”, ha defendido.
Ha pedido mantener en el recuerdo lo ocurrido en este lugar que considera “sagrado” para que no vuelva a suceder un episodio similar, “una barbaridad inadmisible” pues según el vicepresidente del gobierno autonómico “no hay nada que esté por encima de la vida humana” Por ello, ha prometido a la asociación que seguirán teniendo el apoyo de la Junta y ha establecido como urgencia la elaboración del mapa de la represión en colaboración con la Universidad de Burgos.
Desde el año 2019, la financiación del gobierno autonómico para la realización de estos trabajos ha ascendido a 92.200 euros; en enero de 2019 se destinaron 52.800 euros junto a la elaboración del primer informe sobre estas excavaciones, y en julio de 2020 se formalizó el proyecto de trabajos de la ARMH Valladolid sobre el pozo de la Finca los Alfredos financiado con 39.400 euros.
Trabajo en el laboratorio
Por su parte, Del Olmo ha recordado que en 1936 España era un estado democrático y que “los que no aceptan vivir en democracia rompieron con una sublevación militar”, que “al ver fracasado el golpe de estado” se tradujo en “un enorme dolor” incluso en provincias como la de Valladolid donde no hubo un gran frente de guerra.
“Es un tiempo de justicia para hacer lo que estamos haciendo”, ha defendido el impulsor de la asociación en Valladolid, quien ha apuntado que “lo deseable y lógico es que se hubiera hecho hace unos cuantos años” cuando los familiares directos de los represaliados estaban vivos, aunque ahora sigue apostando con continuar con su trabajo para que “no queden invisibilizados”.
Durante los próximos 15 días se procederá al cribado de la tierra extraída del pozo para encontrar huesos pequeños de los cuerpos de las personas, como de las manos y los pies. Posteriormente, será el turno de la antropóloga forense que llevará a cabo el trabajo de laboratorio. “Será el momento de estimar la edad de las personas, los sexos y los traumatismos que presentan”, precisó hace unos días el presidente de la ARMH.
Del Olmo explicó que uno de los objetivos de estas exhumaciones es tratar de identificar a las personas que fueron fusilados y arrojados a una fosa común. Para ello será necesario realizar pruebas de ADN en los laboratorios privados, lo que supondrá un coste importante. En la actualidad, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene contabilizados 10.500 nombres de represaliados en la provincia, de los que 2.647 fueron asesinados y cuyos nombres aparecen inscritos en el monumento instalado en el Cementerio del Carmen, de la capital vallisoletana.
La teoría que maneja la ARMH es que los represaliados por el ejército falangista fueron enterrados en la bodega y pozo del caserío Los Alfredos entre agosto y septiembre de 1936. Una finca que todo hace indicar que en esa fecha estaba abandonada, a raíz de la filoxera de la vida de principios del siglo XX.
Los soldados, pertenecientes a un cuartel de la localidad, que arrojaron los cadáveres de los represaliados en varias fases llegaron a sellar el pozo de la bodega e incluso lo cubrieron de vísceras de animales y cal para disimular el posible olor de los cuerpos.
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