Sociedad

La Junta invierte nueve millones para llevar la Dependencia 5.0 a 255 mayores y dependientes de las comarcas burgalesas de Arlanza y Sierra de la Demanda

El modelo de Atención en Red aprovecha las nuevas tecnologías para ofrecer cuidados individualizados

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, presenta el modelo junto a Ángel Ibáñez y César Rico, entre otros
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, presenta el modelo junto a Ángel Ibáñez y César Rico, entre otrosJcyl

La Junta de Castilla y León continúa con el despliegue del modelo de Atención en Red, que permitirá llevar la Dependencia 5.0 a 95 municipios de las comarcas de Arlanza y Sierra de la Demanda (Burgos) tras la inversión de nueve millones. De esta manera, unas 255 personas mayores, con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica recibirán cuidados individualizados, ya sea en centros residenciales o en su propio domicilio.

La Atención en Red conjuga los cuidados en domicilio y en centros residenciales, y los conecta entre sí por medio de un paquete común de productos tecnológicos y servicios de apoyo, por un lado, y una red de profesionales volcados en la atención y protección de los más vulnerables, por otro. Su finalidad es aportar soluciones innovadoras a los cuidados de larga duración y favorecer que las personas con necesidades de apoyo, como protagonistas de su proyecto de vida, puedan optar por seguir viviendo en sus hogares o ingresar en un centro residencial.

El proyecto, según fuentes del Gobierno regional, se ajusta a la realidad sociodemográfica y territorial de Castilla y León, marcada por un envejecimiento acusado –donde uno de cada cuatro habitantes tiene más de 65 años– y unas condiciones de baja densidad y alta dispersión de su población –repartida en miles de pequeños núcleos rurales–.

El plan fue presentado en Lerma (Burgos) por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien anunció que se invertirán nueve millones de euros en esta primera fase de implantación de la Atención en Red en la provincia burgalesa, que se prolongará durante tres años y medio.

De esa cantidad, siete millones están asociados a la prestación de servicios, que en Burgos se realizará de la mano de la Fundación Aspanias Burgos. La previsión es prestar apoyo y cobertura a 255 personas en el medio rural y generar más de un centenar de empleos.

Acompañada por el consejero de Presidencia, Ángel Ibáñez, y el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, detalló que este modelo responde al proceso de modernización de los Servicios Sociales de Castilla y León promovido por su departamento, que aprovecha el potencial de la tecnología para ponerla al servicio de la protección de los más vulnerables y de la construcción de un futuro con más y mejores oportunidades.

Cubrir todo el territorio

De esta manera, se avanza en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el presidente Mañueco y la consejera Isabel Blanco de extender este modelo de atención por todo el territorio autonómico, tras la experiencia piloto que se está ya desarrollando en Salamanca (en las mancomunidades de Vitigudino y Cabeza de Horno), y la iniciada en junio en Zamora (en las comarcas de Aliste y Sayago).

La Atención en Red pivota sobre tres ejes como ‘A gusto en casa’, ‘Viviendas en Red’ y el nuevo modelo de atención residencial. En los dos primeros, el usuario recibe servicios de calidad en su propio entorno, permitiendo así que pueda permanecer en su hogar de forma digna y segura hasta el final de su vida.

El tercero emerge de la transformación de las residencias, al amparo de una ley autonómica en fase de tramitación, que además de acomodar su diseño al formato de unidades de convivencia que replican el tamaño y el ambiente del hogar familiar, promueve centros multiservicio. Por lo tanto, los usuarios de ‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’ podrán acceder a las instalaciones de los centros multiservicios como comedor o lavandería o de promoción de la autonomía.

“A gusto en casa” y “Viviendas en Red” se basan en la configuración de hogares seguros a partir de la adecuación de las estancias –por ejemplo, con intervenciones para la supresión de barreras arquitectónicas o, en su caso, obras de rehabilitación– y la incorporación de las ayudas técnicas y tecnológicas.

En “A gusto en casa”, las casas son propiedad del usuario, mientras en ‘Viviendas en Red’ están cedidas por los ayuntamientos, que las gestionan en régimen de propiedad o de alquiler. Este segundo modelo está ideado para facilitar el retorno al pueblo de aquéllos que un día emigraron y ahora desean volver a sus orígenes y llegar al final de su vida en un hogar, arropados por su entorno.

Papel proactivo del profesional

En ambos sistemas es decisivo el papel proactivo de los profesionales, quienes en el sistema de ‘Viviendas en Red’ también tienen acceso a casas públicas en régimen de alquiler social, fomentando que se instalen con sus familias en los municipios en los que prestan sus apoyos a las personas vulnerables.

Los programas “A gusto en casa” y “Viviendas en Red” están diseñados para ofrecer atención en el hogar fomentando la autonomía personal y el envejecimiento activo, previniendo la dependencia, y promoviendo la implicación de los vecinos con las personas mayores para procurar su participación social, su bienestar y su calidad de vida.

En la activación de estos modelos de atención son clave los profesionales, que planifican los cuidados en coordinación con el personal sanitario, y lo hacen apoyándose en dos herramientas. La primera son los sistemas tecnológicos de inteligencia artificial y emocional, los dispositivos y ayudas técnicas, tales como la Teleasistencia Avanzada o los robots sociales. Y la segunda son los recursos disponibles en los centros residenciales y de día, concebidos como plataformas multiservicios.