Covid-19
Castilla y León flexibiliza las restricciones en las residencias
Permite las visitas entre residentes y familiares en las habitaciones, limitando el encuentro a una persona y aplicando medidas preventivas como la mascarilla
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, que dirige Isabel Blanco, ha actualizado la “Guía de Actuaciones en las residencias y centros de día públicos y privados de personas mayores y personas con discapacidad de Castilla y León” con nuevas pautas y recomendaciones que pretenden favorecer la paulatina vuelta a la normalidad en estas instalaciones, siempre desde el llamamiento a la prudencia y al cumplimiento de las medidas de prevención establecidas.
Esta decisión se ha adoptado una vez que la Comunidad se encuentra desde hace semanas en situación de riesgo controlado, conforme a lo dispuesto en el Acuerdo 100/2021, de 16 de septiembre de la Junta de Castilla y León, y cuando está prácticamente concluida la administración de la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 a la población residente.
La principal novedad del documento es la flexibilización de las visitas en las residencias. Los encuentros entre los residentes y sus familiares, que hasta ahora debían producirse al aire libre o fuera de las zonas de habitabilidad del resto de usuarios, podrán tener lugar en la habitación del residente. Se establece como limitación el acceso de un único acompañante a la habitación.
No obstante, las visitas continuarán concertándose con cita previa y serán de aplicación los protocolos preventivos vigentes hasta el momento, relativos al uso de mascarilla – preferentemente del tipo FFP2 o superior–, distancia de seguridad, lavado de manos y desinfección de mobiliario y ventilación constante. También proseguirá efectuándose un registro de entrada y salida de cada visitante.
Con esta medida se van liberando también espacios y dependencias hasta ahora reservados a visitas y que, a partir de ahora, podrán volver a dedicarse a sus usos tradicionales, por ejemplo, la realización de actividades.
Esta misma tendencia hacia la regularización de la vida en los centros se aplicará también a las salidas de los residentes y a la recuperación de actividades individuales y grupales. La guía precisa que las residencias deben tender “siempre que sea posible” a la normalización de actividades como la rehabilitación, la estimulación cognitiva, y aquellas prestadas habitualmente en la modalidad de servicios externos, como peluquería, podología o servicios religiosos.
Junto a esto, se simplifican los protocolos de actuación, que vinculan toda prueba y pauta de cuarentena o aislamiento a lo establecido en cada momento por la autoridad sanitaria.
En el caso de los centros de día y estancias diurnas, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades levanta todas las restricciones, si bien será obligatorio el uso de la mascarilla y el mantenimiento de la distancia de seguridad.
Las normas contempladas en la guía persiguen conjugar el debido equilibrio entre el respeto a los derechos de usuarios y trabajadores de los centros –procurando facilitar el acceso y la normalización de la atención– con la protección de su salud y su vida –marcando líneas de actuación que aseguren el adecuado control de la pandemia en todo momento–.
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