Cine

Dos historias de redención y dos homenajes íntimos al cine durante la segunda jornada de la Seminci

Farhadi y Schrader bucean en sus films en relatos sobre la culpa y el pecado, mientras De Llanos y Nalin evocan la magia del cine en sus respectivos largometrajes

Segunda jornada de la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid. El equipo de la películo "Viaje a alguna parte"
Segunda jornada de la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid. El equipo de la películo "Viaje a alguna parte"mir_icalAgencia ICAL

Intensa segunda jornada de la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid, con cuatro películas que se sumaron a la Sección Oficial. Los prestigiosos Paul Schrader y Asghar Farhadi exploran la culpa y la redención de formas antagónicas en «El contador de cartas» y «Un héroe» respectivamente, mientras que el indio Pan Nalin y la española Helena de Llanos rinden sendos homenajes muy personales al poder evocador del cine y a la magia que lo envuelve, en obras tan dispares como «Last Film show» y «Viaje a alguna parte» esta última fuera de la competición oficial y dedicada a la memoria del abuelo de la cineasta, Fernando Fernán Gómez en el centenario de su nacimiento, y a su segunda esposa, la actriz Emma Cohen.

La pluma cinematográfica de Asghar Farhadi, uno de los grandes maestros del realismo audiovisual del siglo XXI, traza en «Un héroe» una fábula moral (por momentos en clave de thriller), donde empuja a su personaje central hacia un torbellino de emociones e interrogantes sin respuesta en torno a la dignidad, la impostura y la redención.

En «Viaje a alguna parte», Helena de Llanos construye un “collage fílmico en el que lleva la mezcla de documental y ficción un paso más allá, proponiendo al espectador un «excéntrico» juego de espejos donde ella misma entabla diálogos imposibles con los registros sonoros y audiovisuales de sus ancestros.

Pan Nalin, por su parte, presentó en la competición «Last Film Show», que se erige desde los primeros fotogramas en un tributo explícito a los realizadores que le «iluminaron el camino» como Stanley Kubrick, Andrei Tarkovsky o Edweard Muybridge. El film se inspira en su propia infancia para relatar el emotivo viaje de un niño sin recursos hacia su sueño de convertirse en director de cine.

Y Paul Schrader regresó al festival con «El contador de cartas», una muesca más de su galería de sus inagotables personajes torturados por un pasado ennegrecido por los pecados, que buscan desesperadamente el camino a la redención, aunque se tengan que dejar la vida.