Economía
Berkeley no se da por vencida en la puesta en marcha de su mina de uranio de Retortillo (Salamanca)
La compañía presenta alegaciones complementarias al considerar que el CSN ha actuado de forma “discriminatoria y arbitraria”
Berkeley no se da por vencida en su empeño de poner en marcha la mina de uranio de Retortillo. Tras los reveses que ha recibido del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) la compañía no da su brazo a torcer, ya que considera que las instalaciones cumplen con la legalidad.
El último paso en este objetivo que ha dado la empresa es la presentación de un escrito de alegaciones complementarias al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) en el cual sostiene que el CSN ha solicitado información y ha aplicado “criterios que no tienen amparo normativo y que, además, se corresponden con otras etapas futuras del proceso autorizatorio de la instalación de Retortillo, pero no con la autorización de construcción que es sobre lo que debía informar”.
Berkeley, a través de un comunicado, considera que se ha puesto claramente de manifiesto a la vista de los expedientes facilitados por el propio Miteco respecto a las plantas de La Haba (Badajoz) y Saelices (Salamanca), propiedad de la antigua JEN y de Enusa, que fueron sometidas a procesos de licenciamiento similares al de la planta de Retortillo al ser instalaciones radiactivas de primera categoría.
El análisis de dichos expedientes realizado por la compañía “ha revelado el trato discriminatorio que ha sufrido por parte del CSN al evaluar su proyecto, que ha supuesto la exigencia de multitud de requisitos que, sin embargo, se han obviado en los procedimientos de autorización de instalaciones similares”.
En este sentido, Berkeley denuncia que el informe negativo del CSN sobre la autorización de construcción se ha basado en información “que no se han requerido para otras instalaciones de la misma naturaleza en este momento procedimental”.
Para la empresa, uno de los ejemplos más claros tiene que ver con el estudio hidrogeológico que ha sido exigido a Berkeley para el otorgamiento de la autorización de construcción y que, sin embargo, para otras instalaciones no fue solicitado hasta 18 meses después del inicio de la construcción, informa Ical.
La compañía concluye que el CSN ha actuado “fuera de la legalidad, perjudicándola gravemente al haber tratado su proyecto de una manera injustificadamente distinta, más estricta y más exigente en comparación con otros proyectos de la misma naturaleza”.
Alegaciones
Ya el pasado mes de agosto, Berkeley presentó un escrito de alegaciones ante el Miteco, en el que con “sólidos argumentos” -según la compañía-, desmonta todas las cuestiones técnicas puestas de manifiesto en el informe desfavorable emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). No en vano, la empresa considera que son “completamente inadmisibles” y carecen “totalmente” de base técnica y jurídica.
La compañía también solicitó que se retrotraiga el procedimiento al mostrar “graves” deficiencias el informe del CSN que llega a requerir información sobre aspectos de etapas posteriores del licenciamiento que no forman parte de los requisitos legales para el otorgamiento de la Autorización de Construcción de la planta de concentrado de uranio como instalación radiactiva en el municipio salmantino de Retortillo.
Asimismo, la compañía insistió en su escrito que se tenga en consideración la mejora voluntaria de la solicitud inicial, presentada el pasado 23 de julio en el que se da cabida a la justificación de todas las incertidumbres planteadas por el CSN.
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