Gobierno y Junta llaman a sumar esfuerzos y dejar a un lado la crispación

En los últimos tiempos, y especialmente tras la moción de censura fallida del socialista Luis Tudanca contra el Gobierno de Fernández Mañueco el pasado mes de marzo, el clima político en Castilla y León se ha vuelto bastante agrio y bronco, especialmente en las Cortes autonómicas,y las relaciones entre los socios de Gobierno en la Junta, PP y Ciudadanos, con el principal partido de la oposición, el PSOE, no solo se han enquistado sino que están más lejanas que nunca, especialmente en materia sanitaria, la madre de todos los corderos y el asunto que ha elevado el tono de crispación política y parlamentaria.

Además, este jueves, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha mostrado su malestar por el hecho de que el Ministerio de Defensa no haya invitado a algún representante del Gobierno autonómico a la visita que en principio tiene anunciada para este viernes la provincia de Zamora la titular de este departamento, Margarita Robles, para presentar el proyecto de Montelarreina. “Estamos sorprendidos sobre todo por la falta de respeto institucional en este asunto que hemos conocido a través de los medios de comunicación”, decía Igea, para quien se trata de un problema de educación.

“Hemos pasado de que quienes teníamos que invertir éramos nosotros a que ya lo hacen ellos”, aseguraba tras el Consejo de Gobierno en referencia a la posición del PSOE en este proyecto, tras recordar que la secretaria autonómica de Organización del PSOE, procuradora por Zamora y vicepresidenta segunda de las Cortes, Ana Sánchez, demandó al Gobierno regional esta cofinanciación que ahora está pendiente de que sea aceptada por el Ministerio de Defensa.

Pero pese a todas estas cuestiones que enfangan el terreno, desde el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León apuestan por reducir el clima de tensión política que se viven en los últimos tiempos y llaman a sumar esfuerzos en favor de las personas que viven y trabajan en este tierra ante el momento tan importante en el que se encuentra el país.

Este es el principal mensaje que tanto el presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, como la recién nombrada delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, han trasladado este jueves también, después de mantener su primer encuentro institucional desde que la socialista regresara a esta responsabilidad institucional en sustitución de Javier Izquierdo. Una reunión en la que ambos han mostrado su lado más constructivo y se han tendido la mano mutuamente para remar juntos en la misma dirección.

«Tenemos que dejar a un lado la crispación y trabajar juntos para resolver los problemas que afectan a los castellanos y leoneses», destacaba Fernández Mañueco, tras el encuentro celebrado en la sede de Presidencia de la Junta en Valladolid.

Barcones, por su parte, insistía en que la tensión no conduce a nada y que lo que hay que hacer es poner toda la carne en el asador y lo mejor de la política por parte de ambas instituciones al servicio de un proyecto común, que es Castilla y León, y para salir cuanto antes de la crisis sanitaria, económica y social .

El presidente de la Junta apelaba al diálogo y al consenso como las mejores herramientas para construir el futuro de esta tierra y acometer las infraestructuras pendientes, así como para aprovechar los fondos europeos, mientras que la representante del Gobierno de Pedro Sánchez en Castilla y León trasladaba la colaboración y lealtad del Ejecutivo central y su compromiso contra la despoblación y el blindaje de los servicios públicos.

“Vivimos un momento determinante para el presente y el futuro de Castilla y León y tenemos una oportunidad, que son los fondos europeos de reconstrucción, para paliar las gravísimas consecuencias de la pandemia y también para emprender todas aquellas transformaciones de nuestro modelo económico y productivo que hagan que le demos la vuelta a la situación demográfica en la que vivimos”, apuntaba Virginia Barcones.