Naturaleza

Temporada de setas: El “kit” imprescindible del buen recolector

Descubre los elementos que no deben faltar para disfrutar con seguridad de una jornada especial en el campo recogiendo productos micológicos

Recogida de setas en un bosque
Recogida de setas en un bosqueJose Vicente/IcalIcal

La llegada de las primeras y abundantes lluvias y la aparición también del frío ha puesto en alerta y ojo avizor a los amantes de la naturaleza y de los productos estrella del otoño; las setas y los hongos.

Es temporada micológica y los recolectores se apresuran para salir a los montes y bosques de toda España, pero especialmente en Castilla y León, en general,y en la provincia de Soria, en particular,desde primera hora de la mañana para recoger los suculentos productos micológicos que se esconden bajo tierra, en prados y caminos, junto a pinares, robledales, encinas o coníferas.

Pero, como todo en la vida, al monte, y menos a recoger setas, se puede salir de cualquier manera. Lo primero y más importante es saber a qué se va, para conocer también donde hay que ir. Una cosecha demasiado variada y colorida delata al principiante o al que carece de conocimientos micológicos. la prudencia y la observación, pero también la humildad, la curiosidad y el mimo a la naturaleza son cuestiones que debe tener en cuenta el buen recolector, además de la paciencia y que sea una persona fuerte en lo mental e inasequible al desaliento.

También se recomienda no ir solo sino acompañado y con un móvil con la batería cargada y a tope de la mano, por si las moscas, porque el bosque es traicionero y la naturaleza, imprevisible.

Pero dicho esto, la indumentaria y el material son también fundamentales para que la jornada micológica resulte extraordinaria. Dos son los elementos imprescindibles para salir al campo a por setas y hongos y que un recolector que merezca tal nombre no debe olvidar en casa: la cesta y la navaja o el cuchillo. Sin ellos es imposible cuajar una buena faena pero, además, son vitales para no hacer un destrozo a la naturaleza y mantener vivo el Medio Ambiente.

Familia recogiendo setas
Familia recogiendo setasTwitterLa Razón

Cesta

La cesta es primordial ya que aparte de que sirve para almacenar los productos que el recolector va recogiendo, sirve para esparcir esporas mientras se recorre el monte y que las setas vuelvan a crecer en la próxima temporada. También permiten airear el producto evitando que las setas se descompongan. No todas las cestas son iguales, lo mismo que no dos recolectores son iguales también, y las hay de varios tipos: de mimbre, que son las más tradicionales, pero también las hay más modernas de malla, tela de rejilla o nylon que cumplen igualmente su función de transportar el producto e inseminar el campo.

Mochilas

También los seteros suelen usar mochilas , mejor dicho, fungimochilas adaptadas a la recogida de setas ya que permitan la dispersión de las esporas, como una alternativa novedosa a la cesta, y que además suelen llevar refuerzos laterales que ayudan a proteger los productos micológicos recogidos.

Estas mochilas son muy útiles también y son ideales porque permiten una mayor movilidad en los brazos para recolectar las setas, y especialmente para los de más edad, además de que se aligera la carga y posibilita el uso también de un bastón de montaña, otra herramienta útil para salir al campo y recoger los hongos.

Es importante no transportar las setas en bolsas. Primero, porque no transpiran y se pudren antes. Y, segundo, porque siguen soltando esporas y la cesta permite esparcirlas.

También es importante colocar las setas en la cesta o en la mochila con el sombrero hacia abajo, para que no les entre tierra entre las láminas.

Jornadas micológicas de la Sociedad Micológica de Ciudad Rodrigo en un bosque de la Sierra de Francia
Jornadas micológicas de la Sociedad Micológica de Ciudad Rodrigo en un bosque de la Sierra de FranciaJose Vicente /ICALIcal

Navajas y cuchillos

Las navajas y cuchillos son esenciales para recoger productos micológicos y todo aficionado debe tener uno de estos utensilios en su bolsillo para poder ejecutar la acción como Dios manda. La navaja setera está especialmente diseñada para hacer más fácil el corte y conseguir que no se haga daño al hongo. Las hay de varios tipos, desde un cuchillo con cepillo hasta una navaja tranchete para recoger níscalos o setas de cardo principalmente.

También están los cuchillos específicos para extraer de las entrañas de la tierra las trufas. Son los cuchillos truferos, que con unos punzones metálicos que ayudan en esta misión en la que es necesaria también la participación de un perro, que olfatea y localiza donde se halla escondida la trufa, negra o blanca.

Seteros por el monte
Seteros por el monteLa RazónLa Razón

Bastones

Los bastones para hacer senderismo son muy prácticos, y no solo para recoger setas sino en general para recorrer el monte y caminar por él. Reducen el cansancio, aligeran la carga de los brazos y te permiten mantener el equilibrio o sujetarse ante cualquier traspiés, típico cuando se está en plena naturaleza. También ayudan en las subidas y en las bajadas, y en el caso de la recolección de setas, sirven para que el recolector se apoye en él y pueda realizar la recogida de manera más cómoda. E incluso algunos bastones incorporan brújulas, siempre necesarias en los bosques.

Equipos de orientación

Cuando una persona se adentra en un bosque o en el monte, las posibilidades de perderse aumentan, aunque uno conozca el lugar. Por eso nunca está de más poder contar con herramientas que ayuden a orientarse por los caminos. Brújulas, relojes digitales, silbatos, GPS... son muy necesarios en determinados momentos y evitan más de un susto.

Un cocinero y una micóloga mientras buscan setas en un pinar dentro de las actividades ofrecidas por el congreso «Soria Gastronómica»
Un cocinero y una micóloga mientras buscan setas en un pinar dentro de las actividades ofrecidas por el congreso «Soria Gastronómica»larazon

Guías de setas

Si algo tienen las setas es que están deliciosas. Y al comerse, existe el riesgo de una intoxicación e incluso de perder la vida si se ingiere alguna variedad venenosa.

Por eso, las guías son esenciales también, sobre todo para los que estén empezando en este mundo, pero también para los expertos, puesto que a muchas especies que pueden llegar a confundirse, con resultado fatal.

Antes de conocer las especies de setas comestibles, debemos conocer las setas tóxicas y setas venenosas que vamos a encontrar.

Si el recolector conoce bien lo que está cogiendo puede cortar por la base del pie para no recoger demasiada tierra, en caso contrario es mejor desenterrar la base con la punta y, como consejo, llevarse siempre la volva, que es de donde nace el pie de la seta, ya que puede ayudar a identificarla.

Exposición de setas y hongos recogidos por vecinos de Quintanilla de Arriba, en Valladolid, durante una jornada micológica
Exposición de setas y hongos recogidos por vecinos de Quintanilla de Arriba, en Valladolid, durante una jornada micológicaRodrigo OrtegaLa Razón

Ropa y calzado

La ropa y el calzado es también parte importante, aunque no lo parezca. Lo importante es la comodidad, pero también que sea práctico. Se recomiendan prendas que permitan libertad de movimientos y que no tengamos miedo a ensuciar y estropear. Camisetas elásticas, chalecos sin mangas, pantalones impermeables y con muchos bolsillos, ropa de abrigo también resistente al agua... En cuanto al calzado, los zapatos definitivamente deben ser resistentes al agua y preferiblemente que lleguen al menos a la altura del talón.

Aparatos de mediación

Los aparatos de mediación no son imprescindibles para recoger setas pero ayudan. Entre ellos destacan los termómetros de suelo, ya que hay setas que sólo nacen cuando la temperatura del suelo alcanza una determinada temperatura y con este aparato se puede saber.

También los microscopios para ampliar conocimientos de las diferentes especies de productos micológicos; los medidores de PH para saber el grado de acidez de una determinada zona; las estaciones meteorológicas de para conocer todas las variantes climatológicas, pluviometría, temperatura e incluso la velocidad del viento; las balanzas, para conocer exactamente la cantidad recolectada; o los pluviómetros digitales, para medir la cantidad de agua caída.